El obispo auxiliar, D. José María Avendaño, presidió el miércoles 3 de mayo la Eucaristía de clausura del Año Jubilar por el XXV aniversario de la dedicación del templo de los Santos Justo y Pastor (Parla).
El prelado estuvo acompañado por el arcipreste de Parla y párroco, Isaac Parra, sacerdotes del arciprestazgo, y un gran número de fieles representantes de las distintas áreas pastorales de la parroquia.
“Esta misa de celebración y de acción de gracias es el broche de oro a un año de Gracia que han vivido los fieles de esta parroquia” explicó Isaac.
“Todas las actividades realizadas este año, que han sido muchas, han llevado la marca del 25 aniversario, por lo que todos los grupos han aportado su propio modo de celebrar esta efeméride” subrayó el párroco.
D. José María en su homilía recordó la importancia de la celebración que presidía ese día y mencionó también la labor realizada por los sacerdotes que habían pasado por la parroquia en años precedentes: “Tomás Julián Sanz -ya fallecido-, Álvaro Ojeda o Jaime Bertodano, a quienes se une ahora el actual párroco Isaac Parra” a quienes agradeció su esfuerzo y ayuda al pueblo parleño.
También quiso dar las gracias al capellán chino, Francisco Chen, por la labor evangelizadora que se está llevando a cabo en la comunidad china de la diócesis y en el polígono de Cobo Calleja.
En relación a las lecturas, D. José María destacó la necesidad de mostrar a Dios al pueblo, siguiendo el ejemplo del profeta Nehemías.
“En esta sociedad hay que llamar la atención, la atención que lleva al asombro, el asombro que lleva al agradecimiento, el agradecimiento que lleva al amor y el amor que lleva a la alegría” subrayó el auxiliar.
“Esta parroquia tiene que llevar al mundo a Dios que es amor, que es agradecimiento, que es alegría. Tiene que mostrar al mundo la alegría del Evangelio” señaló.
Quiso insistir el obispo a los fieles que le escuchaban en Parla en su llamada a la misión, a anunciar a Jesucristo resucitado, a Cristo que salva: “el hijo del hombre ha venido a buscar y a rescatar al que estaba perdido”.
La festiva celebración terminó con un ágape fraterno ofrecido por la parroquia Santos Justo y Pastor y que disfrutaron con alegría todos los feligreses.