Este es uno de los datos más importantes que se pueden extraer de la Memoria Anual de la Iglesia presentada el miércoles 17 de mayo en rueda de prensa por la Conferencia Episcopal Española.
Los datos fueron presentados por el secretario general, Mons. Francisco César García Magán, y la directora de la oficina de Transparencia, Ester Martín.
Entre ambos fueron desgranando la labor que la Iglesia, a través de sus parroquias, instituciones y voluntarios ha desempeñado a lo largo del año 2021, destacando que "más de cuatro millones de personas han sido atendidas en los centros de la Iglesia".
Esta actividad se estructura en tres contenidos distintos: el anuncio de la fe, la celebración de la fe y el compartir de la fe en la vivencia de la caridad.
La Memoria destaca que el 67,2% de los españoles se declaran católicos, 8.260.000 personas acuden regularmente a misa y participaron en los 9.545.952 de eucaristías que se celebraron ese año. El fin de la pandemia ha supuesto la progresiva recuperación de la actividad sacramental, que en algunos casos, como en el de las bodas ha llegado a duplicarse.
Otro de los datos reseñables es la importante labor que realizan lo sacerdotes, acompañados por un gran número de religiosos y laicos que desempeñan una gran actividad pastoral en parroquias, colegios, o en misiones.
"La labor educativa de la Iglesia es imprescindible en nuestra sociedad" subraya la memoria, añadiendo algunos datos importantes: "la iniciativa de los 2.548 centros educativos católicos supone un ahorro para el Estado que asciende en 2021 a 4.356 millones de euros anuales. Son 461 millones más que el año anterior, cuando la cifra fue de 3.895 millones. Es una educación que eligen los padres de 1.509.280 alumnos cada año".
En el apartado relativo al patrimonio cultural, material e inmaterial la Memoria señala que "en España impacta positivamente en el PIB: aportando un 3% al mismo y desde el punto de vista del empleo, el patrimonio de la Iglesia supone una aportación de 225.000 empleos directos e indirectos".
En cuanto a la vida de caridad y servicio, en 2021, la Memoria reseña que "3.938.870 personas se beneficiaron de la actividad de 8.864 centros asistenciales católicos. En los últimos 10 años la actividad asistencial se ha incrementado en un 70%. El mayor número de centros de la Iglesia está destinado a la lucha contra la pobreza, 6.300 centro, que atendieron a más de 2 millones de personas".
Junto a esto la promoción de la mujer ocupa un lugar destacado en la vida de la Iglesia. Al igual que los centros para defensa de la vida y de la familia que han atendido a 79.000 familias.
Toda esta labor es posible gracias a la generosidad de los fieles y en parte a la asignación tributaria, la cual supone de media entre el 20% y el 30% de los ingresos de la economía diocesana. Esto es gracias a los españoles que reconocen y apoyan el esfuerzo de la Iglesia: 8,5 millones de contribuyentes marcaron la X de la Iglesia en su declaración de la renta, de las cuales 84.201 declaraciones fueron nuevas en relación al año anterior.
Descargar la Memoria en el enlace: https://www.conferenciaepiscopal.es/wp-content/uploads/2023/05/Memoria-de-actividades-de-la-Iglesia-2021.pdf
Una gala marcada por la alegría y los testimonios de compromiso
El broche de oro a la presentación de la Memoria lo puso la Gala que se celebró por la tarde en la sede de la Fundación Pablo VI y que inauguró el secretario general de la Conferencia Episcopal, D. Francisco César García Magán: "no hacemos las cosas para que se sepa, sino como un compromiso de comunión, de transparencia y de información", destacó.
El acto contó con la presencia del Cardenal Omella, encargado de la clausura y que se mostró profundamente conmovido después de los testimonios escuchados en el transcurso de la tarde: "los testimonios que hemos vivido esta tarde, su entrega y lo que hay detrás de cada uno de ellos son solo una pequeña muestra de la gran misión que es evangelizar".
Las palabras de María Lourdes Caminero, religiosa de Osma Soria que ayuda a los sacerdotes de las parroquias rurales a administrar sacramentos, de la joven recientemente bautizada y confirmada, Jean Carla Campo, que dio las gracias al cardenal por los sacramentos recibidos o de un misionero de 82 años en Sudán del sur, pusieron rostro a la labor de la Iglesia en España.
Como dijo Mons. Omella: "ver lo positivo y tener esa esperanza de que el mundo mejorará y que siempre vence el bien, creo que es el mejor mensaje del Evangelio que podemos transmitir. Tenemos que ser testigos de la esperanza”.