La Parroquia La Inmaculada (Alcorcón) acogió el pasado domingo 21 de mayo, fiesta de la Ascensión del Señor, la celebración diocesana de la Jornada Mundial de las Comunicaciones, presidida por el obispo auxiliar, D. José María Avendaño, y concelebrada por el párroco, Alberto Iñigo, y el delegado diocesano de Medios de Comunicación (MCS), Julián Lozano.
Al encuentro asistieron varios periodistas y comunicadores de la Diócesis así como miembros del grupo ‘Comunitys’ -formados en comunicación en el curso impartido por la Delegación de MCS- y voluntarios de esta área pastoral.
El prelado en su homilía dirigió unas palabras de agradecimiento a todos los que se habían trasladado hasta Alcorcón para celebrar la fiesta y la Jornada del día, con especial referencia al párroco por su acogida, al delegado de MCS y a los periodistas, y a los fieles en general.
Después, continuó también con unas palabras de esperanza, tomando como referencia las lecturas del día y señalando que “Dios está con nosotros hasta el final de los tiempos” y es a Él a quien tenemos que recurrir los cristianos “en medio del sufrimiento y la fragilidad”.
D. José María invitó a los presentes a “mirar, esperar y desear el cielo pero con los pies en la tierra, llenos del amor de Dios y siguiendo el ejemplo de los santos que nos han precedido”.
En cuanto a la Jornada Mundial de las Comunicaciones, el auxiliar tomó como base de sus palabras el lema elegido por el santo Padre para este día “Hablar con el corazón, «en la verdad y en el amor» (Ef 4,15)” y el ejemplo del santo patrono de los periodistas, San Francisco de Sales.
D. José María quiso insistir en los peligros de las noticias falsas, de las creadas como verdaderas por la inteligencia artificial y de pasar demasiado tiempo en las redes sociales donde hay tanta mentira, e invitó a buscar “la verdad y el amor para luchar contra la falsedad”.
En cuanto a la misión de los periodistas, les animó a “anunciar la belleza del amor de Cristo, a dejarse guiar por el Espíritu Santo, a no juzgar a la ligera y a comunicar con amor” porque “somos lo que comunicamos, y nosotros comunicamos a Cristo. El Señor nos dejó una misión 'seréis mis testigos’ y hoy tenemos necesidad de ser transmisores de la verdad con caridad”.
“El programa del cristiano es el programa de Jesucristo, es el del buen samaritano, con un corazón que ve donde se necesita amor y actúa en consecuencia” dijo Avendaño, añadiendo: “si miramos con caridad, con corazón, se hace posible el milagro del encuentro”.
El prelado agradeció la labor y el esfuerzo de los periodistas y colaboradores de la Delegación de Medios de Comunicación por transmitir el mensaje de Cristo y señaló que “en la Iglesia necesitamos comunicadores que enciendan los corazones”.
“Una comunicación que se guie por el Espíritu Santo, con centro en la relación con Dios y con el prójimo, especialmente en los necesitados y que encienda el fuego de la fe” subrayó.
Al término de la celebración el delegado diocesano de MCS, Julián Lozano, también quiso dirigir unas palabras de agradecimiento al prelado por haber presidido la celebración de ese día; al párroco, por la acogida dispensada por la parroquia; y a los comunicadores, voluntarios y colaboradores del departamento por el trabajo realizado al servicio de la verdad y del Evangelio: “cada uno de nosotros somos portavoces de la Iglesia y cada uno de nosotros somos Iglesia”.
“Es hermoso llevar la Palabra del Evangelio a todos los lugares, especialmente a las periferias que hay en nuestros pueblos” aseguró.
La celebración terminó con unas palabras del párroco en acción de gracias por la celebración y por la asistencia de todos los que habían querido sumarse a ella y haciendo referencia a las palabras del obispo auxiliar “somos lo que comunicamos, el amor de Dios”.
Después de la misa los voluntarios de la parroquia prepararon con mucho esmero y cariño un estupendo ágape para agasajar a los comunicadores en su jornada.