La Parroquia San Salvador, joya barroca de Leganés, ha recuperado su esplendor después de una intensa obra de restauración que ha durado tres años y que los fieles diocesanos podrán comprobar a partir del 16 de junio, fecha en la que el templo abrirá sus puertas, para celebrar la solemnidad del Sagrado Corazón.
Ese día se ha organizado una procesión solemne desde la Parroquia Nuestra Señora de Butarque -comunidad que ha acogido estos tres años a la feligresía de San Salvador- hasta la iglesia madre de Leganés, donde a continuación se celebrará la Eucaristía.
Para el obispo diocesano, D. Ginés García Beltrán, este templo “es uno de los bienes patrimoniales más importante que tiene la Diócesis de Getafe y que estaba en peligro”.
El prelado ha señalado que “había que hacer esta obra de restauración porque es un referente en Leganés”.
A partir del 16 de junio, según se ha informado en nota de prensa, “se recuperará el culto en la Parroquia San Salvador con el horario habitual de misas que tenía antes del cierre”. No obstante, “os retablos del templo, de José Churriguera continuarán limpiándose” a lo largo del mes de julio.
Apunta Jaime Pérez-Boccherini -párroco de la comunidad- que “después hay programadas una serie de celebraciones de especial importancia para este templo”.
Así, el 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Virgen y de Nuestra Señora de Butarque, patrona de Leganés, el obispo auxiliar de Getafe, D. José María Avendaño, presidirá una eucaristía a las 11.00 horas.
Ese día la iglesia y sus retablos, completamente restaurados, podrán observarse en lo que, en palabras del párroco, será la “inauguración devocional” de la iglesia.
Un mes después, el viernes 15 de septiembre, a las 20.00 horas, y coincidiendo con la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores y de la Soledad, se celebrará una eucaristía de acción de gracias por la finalización de las obras.
Por último y como broche de oro, el obispo diocesano, D. Ginés García Beltrán, presidirá una eucaristía el domingo 17 de septiembre, a las 10.30 horas, para inaugurar institucionalmente el templo. Esta misa, que será retransmitida en directo por la 2 de RTVE, contará con la presencia de autoridades civiles de la localidad y de la región.
Una restauración profunda y estructural
La intervención llevada a cabo por los arquitectos Pedro Jaén y José Santos, que ha durado tres años, ha reparado las patologías que se han ido presentando en el edificio en el transcurso de los años, por la acción del tiempo y por el desarrollo urbano en el entorno del edificio.
La intervención realizada en el templo comenzó con el análisis de las patologías constructivas y estructurales que sufría el edificio para determinar sus causas y poder acometer las obras para su resolución definitiva.
Los principales fallos se debían a los movimientos de los muros producidos por los excesivos empujes horizontales de las bóvedas y las cubiertas, y por el asiento de la cimentación de la torre. Esto produjo la quiebra de bóvedas y la deformación y desequilibrio de la estructura de cubierta que corría el riesgo de colapsar sobre las bóvedas del templo.
Los trabajos comenzaron con el recalce de la torre mediante la mejora de la capacidad portante del terreno, una vez realizados los estudios arqueológicos necesarios.
La rehabilitación de la cubierta se hizo de forma progresiva por tramos. Se desmontó la estructura de la cubierta, restaurando las cabezas de los muros perimetrales de apoyo de la misma y garantizando el atirantado entre ellos, para volver a montar a continuación la estructura de soporte de cubierta manteniendo su geometría original y toda la madera original que se pudo recuperar. La cobertura de teja también recuperó la mayor parte del material original. Las bóvedas quebradas de las naves central y laterales se rehabilitaron con el refuerzo por la cara superior con mallas de fibra.
Una vez realizadas las labores de refuerzo y consolidación se repararon los daños acumulados en forma de grietas y fisuras de distinta consideración mediante inyecciones de morteros de cal y mallas elásticas. En el caso de las fachadas, con fábricas de ladrillo, de sillares de piedra, o mixta toledana, se actuó sobre los elementos quebrados o erosionados, con labores de sustitución de piezas degradadas, limpiado y retacado.
En el interior del edificio se han renovado las instalaciones de electricidad e iluminación, y de megafonía y audiovisuales, adaptándolas a las necesidades y a la normativa actual. La instalación de calefacción se ha remodelado por completo, sustituyendo la obsoleta instalación por aire caliente por una instalación de calefacción por suelo radiante con producción mediante caldera alimentada a gas. Este cambio ha permitido la recuperación de la capilla del baptisterio, antes ocupada por la caldera, situada a los pies de la nave sur.
Para realizar esta intervención en suelos se realizaron previamente estudios arqueológicos para determinar las características del subsuelo y la posición y características de los enterramientos históricos. Este estudio permitió el hallazgo y estudio de la cimentación de la arcaica iglesia original, origen del templo actual.
El nuevo solado del templo se ha realizado con piedra de Colmenar, siguiendo la traza descrita en documentos históricos basada en la distribución de los panteones bajo las naves. Ejecutadas las obras de consolidación y reparación, y terminada la ejecución de las nuevas instalaciones, se renovó todo el revestimiento interior del edificio, con pinturas transpirables para permitir la regulación natural de la humedad del interior del templo.
Terminadas las obras de restauración del edificio, se están realizando en la actualidad las obras de limpieza de los retablos, de gran riqueza histórica y artística, destacando entre ellos el retablo mayor y los de las cabeceras de las naves laterales, que fueron instalados en 1.707 y tienen la autoría de José de Churriguera.
Las obras han supuesto una inversión de tres millones de euros que se han financiado por la Diócesis de Getafe con la colaboración del Ayuntamiento de Leganés y de la Comunidad de Madrid.