La Santa Sede, a través de la Penitenciaría Apostólica, ha concedido un Año Jubilar a la Diócesis de Getafe, a instancias de las MM. Carmelitas Descalzas del Cerro de los Ángeles, con motivo del Centenario de la fundación del Convento del Sagrado Corazón y Nuestra Señora de los Ángeles,. El Año Jubilar se extenderá desde la Solemnidad del Sagrado Corazón de 2023 hasta la Solemnidad del Sagrado Corazón de 2024 (7 de junio de 2024) y permitirá lucrar la indulgencia plenaria (con el cumplimiento de los requisitos previos).
En los próximos días se conocerá la fecha de la Apertura de la Puerta Santa, así como los eventos que con este motivo organizará la Vicaría para el Cerro de los Ángeles.
Santa Maravillas de Jesús, carmelita descalza desde 1919 en San Lorenzo de El Escorial, recibió una inspiración divina en 1923 para fundar el convento del Cerro de los Ángeles. Entendió que el Señor le decía: "Aquí quiero que tú y esas otras almas escogidas de mi Corazón me hagáis una casa en que tenga mis delicias. Mi Corazón necesita ser consolado, y este carmelo quiero que sea el bálsamo que cure las heridas que me abren los pecadores. España se salvará por la oración".
En 1924 llegó la erección canónica del convento, y en la fiesta de Cristo Rey de 1926 comenzaron a vivir allí las primeras carmelitas descalzas.
Desde esa fecha el Sagrado Corazón de Jesús tiene una lámpara que se mantiene siempre encendida con luz de penitencia y oración, con entrega generosa, con el sacrificio callado de cada momento para sintonizar siempre con la voluntad de Dios.
Durante la persecución religiosa en España a partir de 1931, la Madre Maravillas pasaba todas las noches muchas horas orando desde su Carmelo y solicitó y obtuvo permiso del papa Pío XI para salir con su comunidad a defenderlo. En julio de 1936 las Carmelitas fueron expulsadas de su convento y llevadas detenidas a la casa de las Ursulinas de Getafe. Después se refugiaron en un piso de la calle Claudio Coello de Madrid, donde pasaron catorce meses. En 1937 la Madre pudo salir con su comunidad de Madrid y, pasando por Lourdes, entró en España para instalarse en Las Batuecas (Salamanca). Allí, a petición del obispo de Coria-Cáceres, fundó un nuevo Carmelo. En marzo de 1939 regresó al Cerro de los Ángeles.
En la actualidad habitan este convento 21 religiosas y tres novicias, provenientes de varias provincias de España y con edades comprendidas entre los 22 y los cien años, bajo la atenta mirada de la superiora, la madre Lourdes.
Las carmelitas del Cerro han manifestado su "alegría, gozo y agradecimiento" por la concesión de este año de Gracia que sin duda "es una bendición que traerá muchos frutos espirituales para toda la Diócesis".