Un grupo de 25 fieles de la Parroquia San Francisco Javier (Pinto), con edades comprendidas entre los 6 y los 79 años, han peregrinado a Santiago de Compostela desde el 22 al 29 de julio acompañados de su párroco, Pedro Merino.
Cada uno ha realizado el camino por un motivo distinto, pero manifestando un deseo de unidad eclesial.
Al llegar a la casa que alberga las reliquias del cuerpo del Apóstol del Señor, los peregrinos descubrieron que sus vidas “en el tiempo presente, alcanzan por la fe el Pórtico de la Gloria, pero estamos destinados a vivir con Cristo, en la belleza de la gloria que un día se nos dará en plenitud”.
En la tumba de santo patrono de España encomendaron a la Diócesis rezando por la parroquia, la JMJ, los enfermos y los pobres e imploraron la sabiduría “para hacerse peregrinos en la vida”.