El vicario general y moderador de Curia, Javier Mairata, celebró en la tarde del 2 de agosto la misa solemne en honor de la Virgen de los Ángeles en la explanada del Cerro, a los pies del monumento del Sagrado Corazón de Jesús.
Estuvo acompañado en el altar por el párroco de la Catedral y consiliario de la Congregación de Nuestra Señora de los Ángeles, Enrique Roldán; el padre escolapio getafense, Alberto Vergara, y dos sacerdotes mexicanos que se habían unido a la celebración en Getafe camino de la JMJ de Lisboa, el padre Jairo y el padre Venancio.
Además, participaron los miembros de la Congregación de la Virgen de los Ángeles que, minutos antes, habían portado en procesión la imagen de la patrona getafense desde su Ermita hasta la explanada para presidir la celebración.
Mairata comenzó su homilía agradeciendo la asistencia de sacerdotes, congregantes y fieles que habían venido desde diferentes puntos a demostrar su devoción a la Virgen y trasladó el saludo, la felicitación y la bendición del obispo diocesano, D. Ginés, y de su auxiliar, D. José María, a todos los presentes.
A continuación, subrayó la importancia de la fiesta y del lugar elegido para celebrarla “Nosotros vivimos en un tiempo y en un espacio determinado y el Señor a través de su acción los santifica. El Cerro de los Ángeles es un lugar elegido por Dios a través de la Virgen. Lo vivimos hoy en esta fiesta. El Cerro de los Ángeles es un lugar privilegiado donde nos encontramos con el Señor”.
“Dios mostró su predilección cuando movió el corazón de tantas personas que hicieron posible la construcción del monumento al Sagrado Corazón ante el que España entera se consagró en 1919” explicó.
“Además, hace cien años, Dios habló a una monja, Maravillas de Jesús, pidiéndole que hubiese allí un grupo de religiosas que como lámpara encendida estuviese en constante oración: ‘aquí quiero que tú y esas otras almas escogidas de mi Corazón me hagáis una casa en que tenga mis delicias. Mi Corazón necesita ser consolado, y este carmelo quiero que sea el bálsamo que cure las heridas que me abren los pecadores. España se salvará por la oración’" relató el vicario general.
“También hoy el Señor nos invita a ponernos en oración y a hacerlo a través de la Virgen de los Ángeles”, prosiguió Mairata, invitando a todos a pedir su intercesión: “en este día tan especial sabemos que el Señor escucha nuestras necesidades”.
“Hoy celebramos a nuestra Madre bajo la advocación de la Virgen de los Ángeles, hoy miramos al cielo sabiendo que es nuestro destino y que nuestra Madre nos espera allí. Y que en nuestro camino ella nos acompaña y nos sostiene llevándonos al Señor”concluyó.
Después de la Eucaristía comenzó la procesión de regreso de la imagen de la Virgen hasta la Ermita, haciendo un pequeño alto en el camino para visitar el convento de las Madres Carmelitas.