04/12/23. La Parroquia Santa Maravillas de Jesús (Getafe) acogió el pasado sábado 2 de diciembre la primera jornada diocesana dedicada a la Pastoral con personas con discapacidad, organizado por la Delegación de Anuncio, Catecumenado y Catequesis de la Vicaría para la Evangelización.
El encuentro comenzó con una eucaristía en el templo presidida por el obispo D. Ginés García Beltrán, quién destacó en su homilía la importancia de la jornada y relató alguna de sus experiencias con personas con discapacidad, en las que observó "un corazón sencillo y limpio que nos acerca a Dios y que nos enseña mucho sobre Él".
"Los jóvenes en la JMJ gritaban junto al Papa 'todos, todos, todos' y esa invitación también llega a los grupos de las personas con capacidades diferentes, porque la comunidad cristiana la formamos todos y hay que integrar a todos" subrayó el obispo.
El prelado insistió en "lo mucho que estas personas tienen que aportar y decir en la Iglesia" y animó a los responsables del área de pastoral de personas con discapacidad y a todos los diocesanos a "seguir adelante en esta tarea"
Tras la celebración, tuvo lugar la presentación de la Jornada, a cargo de María Barber, delegada de Anuncio, Catecumenado y Catequesis, quien también dio a conocer a María Teresa Escobar, responsable de la nueva área de pastoral para personas con discapacidad.
Barber también fue la encargada de introducir la ponencia inaugural de la Jornada que impartió Jesús Úbeda, vicario episcopal para la Evangelización y la Transmisión de la Fe.
Úbeda, apoyando su disertación en varias escenas de películas y series clásicas y modernas, destacó que "Jesús nos enseña que su amor no depende de nuestras capacidades y que el otro es un don, un regalo inmenso solo por ser".
"Cada vida es un regalo continuo, que no depende de mis éxitos y fracasos, de mis cálculos o de lo que consiga hacer (...) Cristo recibe al hombre en sí, vive recibiéndonos como somos, sabiendo que se los ha dado el Padre" añadió.
"Cristo no solo ama al hombre, sino que se entrega a él, y con su entrega nos marca la finalidad de nuestra existencia. Es la entrega sincera de uno mismo lo que da sentido a la vida del hombre" destacó el vicario para la Evangelización.
Después de la ponencia, los asistentes pudieron escuchar el testimonio de Alberto Naranjo, joven diocesano de Griñón, que compartió su experiencia de vida como persona que ha tenido una discapacidad desde la infancia.
Deportista desde pequeño su vida se ha apoyado en la fe en Dios, en el colegio y en su familia, en la que siempre ha encontrado refugio y amor.
Naranjo relató cómo a lo largo de los años ha sufrido muchas terapias e intervenciones dolorosas y cómo las fue afrontando: "ver mi necesidad y mi fragilidad me llevó a confiarme a otros. Ver mi pequeñez también ha sido muy duro".
Sin embargo y a pesar de ir en una silla de ruedas Alberto no ha dejado de participar en encuentros y peregrinaciones -como la JMJ de Lisboa y la convivencia diocesana de Tuy- donde siempre ha encontrado ayuda de sacerdotes y compañeros.
"No imagino cómo podría vivir mi capacidad sin Jesús" subrayó Naranjo, cuyos padres, presentes en el encuentro, han sido también un pilar fundamental en su desarrollo como persona y como católico.
Tras este testimonio, la Delegación dio a conocer tres experiencias que se están llevando a cabo en la Diócesis para evangelizar a personas con discapacidad.
En primer lugar, intervino la joven de Boadilla del Monte, Ana Curt, quien compartió su experiencia como catequista con niños y jóvenes con capacidades diferentes a través de los grupos San Lázaro y Lifeteen que existen en la Parroquia Santo Cristo de la Misericordia.
Uno de sus catequizandos, Juan María Sanz, joven con síndrome de Down, también quiso hablar a la asamblea para animar a otros jóvenes a asistir a los grupos de Boadilla "porque allí lo pasamos muy bien, no estamos solos, y estoy en un sitio donde hay mucha alegría, hacemos muchas actividades y estamos más cerca del Señor".
Después intervino Chelo Díaz, catequista que habló de su experiencia con niños autistas, y del proyecto Naim que surgió en Madrid, y que ahora desarrollan en la Parroquia Nuestra Señora del Pilar, en Valdemoro, para impartir catequesis.
Por último, Pedro López, dio a conocer su experiencia como catequista en la Parroquia Santiago Apóstol, en Villaviciosa de Odón, donde también existe un grupo dedicado a niños con capacidades especiales y "donde vamos avanzando hacia la integración de estos niños y de sus familias en la vida parroquial y en la visibilización de estas personas y sus necesidades".
Para finalizar el acto, hubo un turno de preguntas donde se puso de manifiesto la necesidad de acabar también con las barreras arquitectónicas que impiden el acceso a los templos de personas con discapacidad motora.