19/12/23. El obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, presidió el pasado sábado 16 de diciembre, en la Parroquia Santa María Magdalena (Ciempozuelos), el Rito de Admisión a Órdenes de Álvaro Sánchez, Diocliciano de Deus Martins, Jordan Balmori y Waldemar González, junto a dos Hermanos del Amor Misericordioso: Eric Mazur y David Serrano.
El prelado estuvo acompañado por el rector del Seminario Mayor, Cruz Gonzalo López y el párroco y arcipreste del lugar, Israel Guijarro. Asistió también el equipo de formadores y directores espirituales del Seminario, el vicecanciller, varios delegados y una veintena de sacerdotes llegados desde las parroquias de origen de los seminaristas.
García Beltrán en su homilía destacó la importancia del rito que se celebraba: "en este domingo, domingo 'gaudete' o del gozo, nuestra iglesia diocesana de Getafe se viste de gozo porque estos hermanos son un signo de esperanza para nuestro presbiterio y para toda la iglesia que camina en el sur de la Comunidad de Madrid".
"Estos jóvenes son un signo de que Dios sigue llamando y esperando una respuesta libre y generosa de los hombres que quieren seguirlo y servirlo en el ministerio sacerdotal" destacó D. Ginés, añadiendo: "esto es un pasito adelante, el primer paso por el que la Iglesia reconoce su llamada y su propósito de caminar hacia el sacerdocio y por eso queremos hacerlo público y decir que el Señor sigue bendiciendo a su Iglesia".
El prelado también quiso desglosar las lecturas del día, con especial mención a la figura de Juan el Bautista, protagonista del Evangelio destacando "la conciencia de que somos enviados, como él".
"Cada vocación hoy es un verdadero milagro. Cada uno de los llamados es un milagro en el que el Señor quiere mostrarnos su amor y su misericordia con cada uno de nosotros Un milagro que el Señor pone ante nosotros para que los cuidemos, los ayudemos a discernir con nuestra oración, con nuestro afecto y nuestra compañía" aseguró.
"Toda vocación es un envío para una misión, el Señor nos llama para una misión, para estar con Él, porque quiere que estemos con Él y nos llenemos de su gracia, de su vida y que esta gracia y esta vida que hemos recibido la llevemos a los demás" subrayó el obispo.
"El sacerdote tiene que transmitir lo que ha recibido, insistió D. Ginés, porque es testigo de la Verdad. ¡Cuántos testigos necesita hoy nuestro mundo! Nuestro testimonio es fundamental, el mundo de hoy necesita el testimonio de hombres y mujeres apasionados del Evangelio, que viven la alegría del Evangelio, que dejan su vida, que se desgastan al servicio del Evangelio".
Después de la homilía tuvo lugar el rito de admisión a órdenes en el que los seis seminaristas manifestaron su propósito de completar la preparación para recibir a su tiempo el ministerio en la Iglesia por medio del orden sagrado y servir a Cristo y a su cuerpo que es la Iglesia.
Antes de terminar, D. Ginés quiso felicitar a los seis admitidos a las órdenes sagradas y animarlos a seguir "en su camino vocacional, en su camino de discernimiento de lo que el Señor quiere de vosotros".
Felicitó también al Seminario diocesano, al rector y a los formadores, y a los párrocos que los han acompañado en su camino, así como a las familias de los jóvenes seminaristas, con especial recuerdo a la familia de Waldemar "que le acompañan desde Guatemala".
Por último, felicitó a la familia del Amor Misericordioso "porque hoy también se alegran con estos dos hermanos que han sido admitidos a las ordenes sagradas" y a la parroquia anfitriona "que siempre nos acoge con tanto cariño".