Jornada de VidaHAY MUCHA VIDA EN CADA VIDA

Con el lema ‘Hay mucha vida en cada vida’ la Iglesia nos invita a celebrar el próximo miércoles 25 de marzo, la Jornada por la Vida. Un día para celebrar –como remarca el mensaje de los Obispos para esta jornada- el don precioso de la vida humana “queremos reconocer el don precioso de la vida humana, independientemente de cualquier circunstancia o condición. Toda vida humana es valiosa porque es imagen de Dios. Para Dios, todos y cada uno de los seres humanos poseen un valor excepcional, único e irrepetible” (…) y para implicarnos en la defensa de la vida, especialmente de la más vulnerable, débil e indefensa: “¿Cómo calificar un mundo que negara la acogida y protección a los más débiles? ¿Qué tipo de sociedad estaríamos construyendo si minusvaloramos o rechazamos al que es más vulnerable y está más necesitado? Las personas discapacitadas nos muestran la grandeza de su corazón y de su existencia. Son los campeones de la vida por su coraje, un ejemplo para todos y un verdadero testimonio de la grandeza de su existencia. Reflejan los valores más genuinos del ser humano (… ) Todos estamos llamados a implicarnos en la defensa de la vida, especialmente de la más vulnerable, débil e indefensa. Debemos construir una verdadera comunidad humana en la que todos nos percibamos como un inmenso don de Dios llamados a cuidarnos los unos de los otros, a socorrer nuestra indigencia con la grandeza de la vida del prójimo y viceversa, en una sinfonía de la caridad, en la que al dar la propia vida y recibir la del prójimo crecemos como personas y edificamos un mundo verdaderamente humano”.
Leer el mensaje completo:

http://www.conferenciaepiscopal.es/images/stories/comisiones/ceas/familia/2015Mensajeobispos.pdf

ORACIÓN POR LA VIDA
Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira, Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia in-humana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad. Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor, para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida