Jornada de oración por los cristianos perseguidos: miércoles 13 de mayo
La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada ha puesto en marcha el Día de Oración por los Cristianos Perseguidos. Será el 13 de mayo, festividad de Nuestra Señora de Fátima, advocación de la que el fundador de esta entidad, el P. Werenfried van Straaten, era gran devoto.
Como él vivió muy de cerca la garra del comunismo en la Europa del Este, puso en el corazón de la Virgen de Fátima la oración por todos los cristianos perseguidos. Recemos por ellos… “Y todas las cosas que pidan en oración, teniendo fe, las recibirán” (Mateo 21, 22)
INICIATIVAS PARA EL DÍA 13
El día 13…
-Reza a solas, en familia, con amigos… Ofrece la Misa, el rosario, tu jornada… por ellos. Descárgate material de oración por los cristianos que sufren en www.ayudaalaiglasianecesitada.org.
-Difunde esta iniciativa en tu entorno. -
¡Hagamos lío también en las redes sociales! Si eres usuario de Twitter, estáte atento a nuestra cuenta @AyudalglesNeces desde ahora hasta el 13 de mayo…
ORACIÓN Padre nuestro, Padre misericordioso y lleno de amor, mira a tus hijos e hijas que, a causa de la fe, en tu Santo Nombre sufren persecución y discriminación en Irak, Siria, Kenia, Nigeria y tantos lugares del mundo.
Que tu Santo Espíritu les colme con su fuerza en los momentos más difíciles de perseverar en la fe.
Que les haga capaces de perdonar a los que les oprimen.
Que les llene de esperanza para que puedan vivir su fe con alegría y libertad.
Que María, Auxiliadora y Reina de la Paz, interceda por ellos y les guíe por el camino de santidad.
Padre Celestial, que el ejemplo de nuestros hermanos perseguidos aumente nuestro compromiso cristiano, que nos haga más fervorosos y agradecidos por el don de la fe.
Abre, Señor, nuestros corazones para que, con generosidad, sepamos llevarles el apoyo y mostrarles nuestra solidaridad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
PIDAMOS A DIOS PADRE Para que los niños, hombres y mujeres perseguidos por su nombre tengan la certeza de que la Iglesia a la que pertenecen, lejos de abandonarles, es testigo valiente de su dolor ante el mundo.
Que nos dejemos conmover por el sufrimiento de los miles de cristianos perseguidos en todo el mundo y pongamos nuestros talentos y recursos al servicio de sus necesidades reales.
Sabiduría y coraje para levantar la voz ante una comunidad internacional que, por miedo, indiferencia o desánimo, está siendo incapaz de comprometerse frente a la barbarie y el terror.
Una Fe firme que demuestre ante el mundo, con palabras, gestos y hechos, que el Amor es creativo, sanador y reparador.
Que jamás seamos cómplices de la mentira, la indiferencia y el cinismo.
Que no olvidemos a nuestros hermanos no cristianos que hoy también son víctimas del horror de la persecución.