Durante el mes de agosto tomaremos un pequeño pero merecido descanso, para renovar fuerzas y volver en septiembre con mucho ánimo comunicador e informativo. Mientras tanto os dejamos unos pequeños consejos, a modo de decálogo, para ayudaros a disfrutar mejor este tiempo de vacaciones. Hasta la vuelta.
1. Vive la naturaleza. En la playa, en la montaña, en la serranía, descubre la presencia de Dios y disfruta del regalo que el Maestro te hace a través de la creación.
2. Vive tu nombre y condición de cristiano. No te avergüences en verano de ser cristiano. Falsearías tu identidad.
3. Vive el domingo. En vacaciones, el domingo sigue siendo el día del Señor y Dios no se va de vacaciones. Acude a la Eucaristía dominical. Tienes además más tiempo libre.
4. Vive la familia. Dialoga, juega, goza con ellos sin prisas. Reza con tu familia. Asiste al templo también con ellos. La familia es un don y un regalo de Dios que no todos pueden disfrutar.
5. Vive la vida. La vida es el gran don de Dios. No hagas peligrar tu propia vida y evita riesgos en la vida de los demás. Cuidado al volante.
6. Vive la amistad. Desde la escucha, la confianza, la ayuda, el diálogo, el enriquecimiento y el respeto a la dignidad sagrada de las demás personas. El diálogo enriquece tu conocimiento y te aporta nuevos puntos de vista que no conocías.
7. Vive la justicia. No esperes que todo te lo den hecho. Otros trabajan para que tú tengas vacaciones Ellos también tienen sus derechos. Respétales y respeta sus bienes.
8. Vive la verdad. Evita la hipocresía, la mentira, la crítica, la presunción engañosa e interesada o la ociosa vanagloria.
9. Vive la limpieza de corazón. Supera la codicia, el egoísmo y el hedonismo. Vacación no equivale a permisividad.
10. Vive la solidaridad. No lo quieras todo para ti. Piensa en quienes no tienen vacaciones, porque ni siquiera tienen el pan de cada día. La caridad tampoco se toma vacaciones. Reconoce en el pobre a tu hermano y actúa en consecuencia.