“Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt 9,13) es el título que el Santo Padre ha elegido para su Mensaje de Cuaresma de 2016, un año revestido de un carácter jubilar en el que nos invita a fijarnos y a practicar las obras de misericordia, corporales y espirituales.
El papa Francisco dirige nuestra mirada en este mensaje a tres puntos fundamentales:
1. María, icono de una Iglesia que evangeliza porque es evangelizada.
2. La alianza de Dios con los hombres: una historia de misericordia.
3. Las obras de misericordia.
Para leer el mensaje completo del Papa para la Cuaresma, pinche aquí.