El obispo D. Ginés García Beltrán viajará a Roma desde el 24 hasta el 29 de enero para informar al Santo Padre del estado de la Diócesis, en el marco de la visita ad limina que realizará junto a los prelados de las provincias eclesiásticas de Toledo, Madrid, Valladolid y el Ordinariato Castrense.
D. Ginés y el resto de obispos serán recibidos en audiencia por el Papa Francisco y mantendrán reuniones con diferentes dicasterios de la curia romana, con el objetivo de analizar la marcha y la situación de la Diócesis, así como sus desafíos y dificultades.
A lo largo de la semana, desde el lunes hasta el jueves, se reunirán con el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización; la Congregación para la Causa de los Santos y para los Institutos de Vida Consagrada y la Sociedad de Vida Apostólica.
También mantendrán encuentros con la Congregación para los Obispos y para la Doctrina de la fe; para la Educación Católica y para el Clero, para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos así como con distintos Dicasterios: para la Comunicación, para la Familia y la Vida y para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Además de la audiencia con el Santo Padre que se celebrará en la mañana del viernes y pondrá el broche de oro a la visita, D. Ginés y los prelados españoles celebrarán la Eucaristía en las cuatro basílicas romanas: San Pedro (lunes 24), San Juan de Letrán (martes 25), Santa María la Mayor (miércoles 26) y San Pablo Extramuros (jueves 27).
Esta visita también incluirá la peregrinación a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo como expresión de comunión eclesial.
“El encuentro en Roma con el Papa es la expresión de que la Iglesia es una comunión –comunidad– de personas concretas, de distintos lugares y culturas, que cada día actualizan el mandato misionero de ir hasta el confín de la tierra para anunciar el Evangelio y bautizar en el nombre de la Trinidad”, dice D. Ginés.
Según el obispo, “la visita ad limina será una hermosa manifestación de sinodalidad. Caminamos juntos, rezamos juntos, nos escuchamos y dialogamos, porque somos un solo Cuerpo”.
En comunión D. Ginés considera esta ocasión de encontrarse con el Santo Padre como “una oportunidad de renovar nuestra comunión con el Sucesor de Pedro y expresar nuestra catolicidad”.
El obispo recuerda que esta visita ad limina tiene sus raíces en la historia de la Iglesia, destacando que hoy esta iniciativa mantiene la esencia de las realizadas en los primeros siglos.
D. Ginés llevará en su peregrinación a Roma a todos los fieles diocesanos, en cuyo nombre rezará ante las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo.
D. Ginés presentará ante el Vaticano un informe de situación de la Diócesis, que será remitido al Papa. Supone una recopilación sobre la actividad de la Iglesia diocesana desde la anterior visita ad limina y refleja los distintos aspectos de la vida eclesial, la vivencia de la liturgia y los sacramentos, la catequesis, la caridad y la justicia social, el laicado, la vida religiosa, el clero y el seminario, entre otros asuntos, tanto desde el punto de vista estadístico como analizando cómo se han vivido estas realidades.
La visita ad limina se realiza cada cinco años
La visita ad limina es la que todos los obispos católicos deben hacer cada cinco años a Roma para pasar por los hogares de san Pedro y san Pablo y venerar sus sepulcros.
El objetivo de la visita, que está regulada por el Código de Derecho Canónico (cánones 399 y 400), no es tan sólo visitar la tumba de los apóstoles, sino también el de informar al Papa del estado de las diócesis que gobiernan.
En esta ocasión, D. Ginés García Beltrán viajará a la Santa Sede acompañado también por los vicarios generales de la Diócesis y por el vicecanciller secretario, que estarán con él hasta el 29 de enero.