JORNADA DE RESPONSABILIDAD EN EL TRÁFICO
DOMINGO 3 DE JULIO
‘María se puso en Camino’
La Delegación diocesana de Pastoral de la Carretera, cuyo responsable es el sacerdote Juan Antonio Rodríguez Beltrán, invita a todos los diocesanos a sumarse a la Campaña de Responsabilidad en el Tráfico que se celebra el domingo 3 de julio, día próximo a la fiesta del patrono de los conductores, san Cristóbal (10 de julio).
Esta jornada que se fijó hace ya 54 años es una llamada a la precaución de todos los usuarios de la vía pública, conductores, transportistas y peatones
Para recordar esta jornada la 2 de TVE retransmitirá la eucaristía desde la parroquia San Cristóbal en Madrid, presidida por el cardenal Osoro.
Este año el lema ‘María se puso en Camino’, invita a fijarse en la Virgen María como modelo de servicio y de ayuda a los demás.
Los obispos de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad humana, en su mensaje para este año, señalan que siguiendo el ejemplo de María “hay millones de conductores, hombres y mujeres, que cogen su vehículo o transporte público, y se ponen en camino para acudir al trabajo, hacer gestiones, visitar enfermos, familiares y amigos o, sencillamente, pasar con la familia unos días de descanso”.
“En este listado destacan a los que se ponen en camino para ayudar a los demás en sus casas u hospitales. Y a los que se paran a socorrer a otros cuando en la carretera han sufrido un accidente de tráfico” añaden los prelados.
En este mensaje para la Jornada de la responsabilidad en el Tráfico los obispos advierten que “el riesgo cero, cada vez que nos subimos a un vehículo, no existe” Por eso, puntualizan, “hemos de respetar y cumplir fielmente las normas del código de circulación”.
Además, llaman la atención de los conductores “para que entre todos hagamos realidad lo que aún hoy sigue pareciendo una utopía: cero accidentes mortales en nuestras calles y carreteras”. Para ello, apelan a la conciencia y a las enseñanzas evangélicas “de hacer el bien a todos, hasta el punto de amar al prójimo como a uno mismo”. Porque la carretera “no debe ser únicamente un lugar de ir y de venir, sino también un lugar de vivir la fe, de encuentro, de diálogo, de disfrute, de convivencia, de oración…”. En la carretera, “el conductor asume una serie de obligaciones y responsabilidades cada vez que se pone en camino”.
En la campaña de este año, la Iglesia quiere tener presente especialmente los problemas de los transportistas y otros profesionales de la carretera que se enfrentan a la subida de los precios de los combustibles y del mantenimiento de sus vehículos “que disminuye su poder adquisitivo tan necesario para mantener su empresa y sacar adelante a la familia”.
Pero a pesar de las dificultades invitan a compartir la fiesta de San Cristóbal, interrumpida por la pandemia, como un momento para “compartir juntos un aperitivo o almuerzo con la familia y los amigos en fraterna y gozosa armonía”.
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