DELEGADO DIOCESANO

Juan Antonio Rodríguez Beltran
Isabel la Católica, 2-bjo 28695 Navas del Rey
Teléfono: 91 865 00 78

AGENTE PASTORAL

Antonio Pérez

COLABORADORA

Mª del Carmen Moreno

Objetivo general

Dar a conocer la Pastoral de la Carretera, y su misión: formar las conciencias de conductores, peatones y viajeros en valores fundamentales. Caridad. Justicia. Prudencia. Misión de evangelizar.
Objetivos específicos

Ayudar y sensibilizar a los diferentes grupos de la Diócesis (parroquias, colegios, movimientos, congregaciones, comunidades, etc), sobre esta realidad del tráfico.

Alentar y trabajar para que surjan más colaboradores en el pequeño equipo.

Mantener contactos estables con los delegados de las diócesis limítrofes y con el Departamento de la Pastoral de la Carretera de la Conferencia Episcopal.

Alentar las Campañas especiales de Navidad, Semana Santa y verano.

Presencia en los medios de comunicación de la Diócesis:

    * Radio Popular.
    * Comunicados a las Parroquias
    * Revista diocesana etc.
    * Elaborar una página para Internet

trafico1APOSTOLADO DE LA CARRETERA

COMPROMISO DE LA IGLESIA
Génesis

La Comisión Episcopal de migraciones, conscientes de las dimensiones que el problema del tráfico había adquirido en nuestra sociedad, creó en octubre de 1967, la Dirección Nacional del Apostolado de la Carretera.

El 12 de octubre de 1991, se constituyó la Diócesis de Getafe, esta nueva realidad hace que se tenga que crear la infraestructura más elemental de la Diócesis, entre ellas el Apostolado de la Carretera.

La Delegación Diocesana de Pastoral de la Carretera es un servicio que la Diócesis tiene para alentar el anuncio y la vivencia de la fe cristiana de los profesionales, conductores, peatones y viajeros, en el uso de la vía pública y los vehículos que están generando una nueva forma de convivencia y de relaciones humanas y que genéricamente conocemos como Seguridad Vial.
Naturaleza

Es un servicio eclesial, encomendado por el Sr. Obispo. El delegado actúa en nombre y representación de la Diócesis, en comunión con las orientaciones pastorales de la misma (Plan Diocesano de Pastoral)

Nace del reconocimiento explícito o implícito de evangelizar un campo concreto, en este caso el mundo del tráfico. Expresa y alienta la preocupación de la Iglesia ante esta realidad humana.

Parte de la convicción de que el anuncio y la acogida honesta del Evangelio, también en el Tráfico, es fuente de procesos humanizados.

Es una realidad dinámica, y nunca mejor dicho, pues el tráfico plantea nuevos retos para la evangelización.

Tiene una persona al frente, pero quiere trabajar con un equipo estable de seglares y profesionales.
Respuesta de la Iglesia al Fenómeno del Tráfico

Podemos constatar la realidad de esta respuesta en los distintos Documentos de la doctrina de la Iglesia, tanto en los discursos de los Papas como en las Pastorales de los Obispos. Los Papas que abordaron con abundancia y en profundidad el tema del tráfico fueron Pío XIII y Pablo VI.

La Constitución sobre la Iglesia en el mundo actual (Gadium et Spes n° 30) habla expresamente de este problema, aparte de otras Comunicaciones Pastorales de los Obispos.

Hay dos documentos muy significativos de los Episcopados Belga y Español que marcan un hito en este problema, la Carta Pastoral de los Obispos de Bélgica al clero de sus Diócesis sobre la Moral de la Circulación Vial (15/1/1966) y la Exhortación Pastoral de los Obispos Españoles titulado “Espíritu Cristiano y tráfico” (21/5/1966) que entre otras cosas decía:

“Por nuestra parte nos proponemos, a través de la Dirección Nacional del Apostolado de la Carretera, que hemos creado recientemente, dar una respuesta cristiana más amplia a este fenómeno sociológico tan importante y tan vasto.”

Los Obispos de la Comisión Episcopal de Migraciones señalan la tarea de este Apostolado cuando dicen que abarca especialmente dos campos:

el Ministerial, el orden de facilitar los servicios sacerdotales a los usuarios de la carretera, tanto en la pastoral ordinaria como en casos de accidente.

El Apostólico, con todos los usuarios de la carretera. Nuestra atención tiene presentes de manera especial a los conductores profesionales, por el ejemplar alarde de sentido de responsabilidad, de esfuerzo y virtudes humanas con que van sembrando a diario todos sus caminos.

Y esta labor abarca también a cuantas prestan servicio en la carretera: hostelería, gasolineras, servicios de tráfico, auxilio en carretera, obras públicas, clínicas de urgencias, talleres… Todos ellos están afectados por unas circunstancias y necesidades pastorales peculiares y comunes, y juzgamos preciso cumplir en este caso el mandato conciliar de tener especial solicitud con aquellos fieles que por circunstancias de la vida no pueden disfrutar suficientemente de la atención pastoral común y ordinaria de los párrocos o carecen totalmente de ella. (Conc.Vaticano II, Decreto Christus Dominus, n° 18)

Finalmente, será misión de esta obra llevar a cabo una labor formativa que despierte en los fieles el sentido de responsabilidad cristiana de cara al tráfico y sus problema:: (nº 19). Desde el año 1967 en que nació esta obra, como es lógico, ha ido madurando, se ha abierto a campos más amplios y ha tratado de dar respuesta a los nuevos retos que van surgiendo. Hemos de dejar constancia que la realidad del problema del tráfico es constante, no sólo por los muertos en accidentes, sino también por los problemas laborales y familiares que genera, principalmente los profesionales, viajeros y peatones. La siniestralidad es uno de los temas que más preocupa a la Pastoral de la Carretera como lo demuestra las jornadas de Responsabilidad en el Tráfico que se promueve todos los años en el mes de julio y Navidad. Siempre tiene presente esta inquietud, pero no se agota ahí todos sus objetivos: quiere que la carretera sea un lugar de encuentro con Dios y con los hombres, se trata de vivir nuestra fe en esta realidad.
Misión formativa y conciencia ética

El tráfico es un problema social y la opinión común está de acuerdo en que no bastan las soluciones de imposición normativas, el temor a la sanción que ciertamente puede y debe coadyuvar. Se precisan soluciones morales que conlleven a un auténtico rearme moral: toda la sociedad para vivir necesita una base moral en sus miembros. Esto es, personas con actitudes y disposiciones fundamentales en aquello que más íntimo e intransferible posee el hombre: su voluntad como centro de decisiones libres. De estas actitudes brotarán los comportamientos y actuaciones de cada persona. Con absoluta responsabilidad y autonomía.

Según los expertos la mayor parte de los accidentes se debe a factores humanos, por lo tanto la batalla ha de librarse en el campo formativo, y como una oferta a los conductores jóvenes, pues representan ellos un grupo de alto riesgo: aproximadamente el doble que el resto de los conductores. Somos conscientes de la existencia de condicionantes negativos externos que acechan al joven: el clima social agresivo en que vivimos, el vacío de valores que le invade, el todo vale, hago de mi vida lo que me viene en gana, y unido a este cúmulo de circunstancias adversas sólo dejamos constancia de uno de los temas más graves de nuestra civilización: el submundo de alcohol y de las drogas, cuya incidencia en la conducción juvenil es dramática.
Aportación de la Iglesia

En principio y después de lo dicho, es lógico que la Iglesia se preocupe del tráfico, por imperativo de humanidad y con más fuerza aún en virtud de postulados evangélicos. Y así lo hizo desde el primer momento en que la carretera saltó a la historia contemporánea como fenómeno de primer rango, con su formidable incidencia positiva y también con sus riesgos.

La Iglesia despliega su actividad en una doble dirección: Pastoral y Moral, esta real preocupación y compromiso la lleva a cabo con su doctrina y su organización operativa.

Su doctrina: los documentos y Decretos ya mencionados.

Operativa: con acciones pastorales, Campañas Nacionales de Sensibilización, jornadas y cursillos de promoción laica, encuentros con agentes (sacerdotes y seglares) a nivel de cada región,

Especialmente con los jóvenes tiene en marcha la difusión pedagógica de temas catequéticos: dos para niños de 10 a 13 años “Ama la Vida” y “Técnica sí pero al servicio la vida” y Aprender a conducir y a conducir en la vida”.

Son temas ocasionales, para ser impartidos dentro del plan de formación integral, con el fin de reflexionar desde la fe sobre el tráfico.

En algunas diócesis se hacen ensayos con los jóvenes de un posible voluntariado al servicio de esta causa.

Y nuestra esperanza esta puesta, sobre todo, en los grupos de confirmación de nuestras comunidades cristianas y movimientos juveniles, hermandades y cofradías.

ENCUENTROS DURANTE EL CURSO EN LA PARROQUIA “SAN SATURNINO” (Alcorcón)

Relación con otras delegaciones.

    * Pastoral de la Carretera y Pastoral Sanitaria: hay un después del accidente que se suele olvidar
    * Pastoral de la Carretera y Delegación de Educación: si se han de cambiar actitudes y comportamiento, el primer factor y útil es la educación, por eso desde el área de religión se ha de acometer este trabajo
    * Pastoral de la Carretera y Delegación de Catequesis: la formación moral y religiosa van a la formación integral de la persona, de ahí que en la formación catequética ha de tener en cuenta esta realidad del tráfico
    * Pastoral de la carretera y Pastoral Obrera: si algo significativo es la circulación es el elemento económico desde muy diferentes perspectivas. Una de ellas es la laboral y profesional donde tantas personas forjan su vida, y dan testimonio de los valores del Reino

 

Te recomendamos que visites estas páginas tan interesantes para más información:

www.dgt.es Es la web de la Dirección General de Tráfico

www.supermotor.com Consejos y utilidades sobre la perfecta conducción.

www.e-mergencia.com Avisos, análisis de carreteras y estado de tráfico.

www.meteored.com/trafico/ Información meteorológica