Por José Rico Pavés
-Obispo auxiliar de Getafe

La cuaresma del Año jubilar ha sido propuesta por Francisco como un tiempo favorable para salir de nuestro vacío existencial mediante la escucha de la Palabra de Dios y las obras de misericordia. Las enseñanzas del Papa en las últimas semanas del periodo cuaresmal bien pueden ser ordenadas atendiendo a esa doble orientación.
La Palabra de Dios ha seguido orientando las meditaciones previas al rezo del Ángelus, las audiencias de los miércoles y de los sábados, y las homilías de las grandes celebraciones litúrgicas. Llamando a la conversión, se nos ha invitado a pensar en la invencible paciencia de Jesús: “¿Habéis pensado en la paciencia de Dios? ¿Habéis pensado también en su obstinada preocupación por los pecadores? Nunca es demasiado tarde para convertirse, ¡nunca! Hasta el último momento: la paciencia de Dios nos espera”.
Se nos ha invitado también a dejarnos alcanzar por la mirada llena de amor de nuestro Padre, para volvernos a Él con todo el corazón, rechazando cualquier compromiso con el pecado. Ha vuelto el Papa a profundizar en el gesto del lavatorio de los pies, mostrando que con él Cristo nos enseña que el amor consiste en el servicio concreto y en la confesión mutua de nuestros pecados para sabernos perdonar de corazón. “Ser misericordiosos como el Padre, significa seguir a Jesús en el camino del servicio”.
Un nombre concreto del servicio es el episcopado, como ha recordado el Santo Padre en la ordenación de dos obispos durante la solemnidad de san José. A los nuevos obispos les ha pedido amar con amor de padre y de hermano a los que Dios les confía, especialmente a sus colaboradores más cercanos, los presbíteros y los diáconos: “Dan ganas de llorar cuando escuchas que un presbítero ha pedido hablar con su obispo y la secretaria o el secretario le ha dicho: ‘Tiene que hacer tantas cosas, que antes de tres meses no te podrá recibir’. El primer prójimo del obispo es su presbítero”.
En la celebración penitencial de la jornada “24 horas para el Señor”, Francisco nos ha pedido reconocer que todos, somos mendigos del amor de Dios, y ha llamado a los pastores a escuchar el grito, quizás escondido, de cuantos desean encontrar al Señor: “Estamos obligados a revisar esos comportamientos que a veces no ayudan a los demás a acercarse a Jesús; los horarios y los programas que no salen al encuentro de las necesidades reales de los que podrían acercarse al confesionario; las reglas humanas, si valen más que el deseo de perdón; nuestra rigidez, que puede alejar la ternura de Dios”. En la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor encontramos “la cátedra de Dios” a la que debemos acudir para aprender el amor humilde, que salva y da la vida...
Orientaciones concretas sobre el ejercicio de las obras de misericordia, hemos encontrado en los discursos dirigidos a grupos diferentes de peregrinos. A los participantes en la asamblea plenaria de la Academia Pontificia para la Vida les ha pedido estar atentos a las nuevas colonizaciones ideológicas que invaden el pensamiento humano, sabiendo conjugar, mediante el ejercicio de la virtud, ciencia, técnica y humanidad. A los participantes en un curso de la Penitenciaría Apostólica y en otro del Tribunal de la Rota Romana, les ha recordado que la Iglesia es Madre y quiere mostrar a todos el rostro de Dios fiel a su amor, misericordioso y siempre capaz de volver a donar fuerza y esperanza. A quienes han participado en el encuentro de la Harvard World Model United Nations, Francisco les ha exhortado a “poner rostro” a las problemáticas que ellos estudian. A los hermanos, en fin, del Camino Neocatecumenal, especialmente a las familias enviadas en misión ad gentes les ha ofrecido tres palabras, a modo de mandato para la misión: unidad, gloria y mundo. En estas familias resplandece de forma admirable cómo la renovación de la vida bautismal pasa por la escucha de la Palabra de Dios y las obras de misericordia.
En breve

-Audiencias jubilares
Un sábado al mes se celebran audiencias generales extraordinarias, en el año de la Misericordia. La próxima será el 9 de abril.

-24 horas para el Señor
En San Pedro, el Papa confesó a varias personas y se confesó él mismo. Esa iniciativa se ha celebrado en muchos lugares del mundo.

-Penitenciaría
Cada año organiza un curso para sacerdotes sobre el fuero interno. También el Tribunal de la Rota ha impartido un curso especial.

-Camino Neocatecumenal
Numerosas seguidores del Camino Neocatecumenal, sobre todo familias, se reunieron con el Papa en el aula Pablo VI.