El obispo auxiliar D. José María Avendaño presidió el pasado jueves 2 de febrero en la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción la celebración de los santos patronos del Movimiento Vida Ascendente (VA), San Simeón y Santa Ana.
El encuentro, de marcado carácter festivo, contó con la presencia del Consiliario general, Pablo de Haro y de otros consiliarios de los distintos grupos de VA que hay en la Diócesis; el presidente nacional de Vida Ascendente, Álvaro Medina; el presidente diocesano, Jaime Tamarit y un gran número de miembros de este Movimiento de Apostolado Seglar para mayores y jubilados.
Tamarit explica que VA es un Movimiento “con mucha vitalidad en la Diócesis de Getafe”, con 400 miembros, repartidos en 28 parroquias y en cuatro residencias. Para mí es “vida, amistad y fe” añade.
La pandemia nos causó mucho impacto “pero en nuestra Diócesis hemos salido con muchas ganas de crecer y renovarnos” asegura el presidente diocesano de este Movimiento al que se suman personas de 50 años en adelante “que nos ayudan en ese camino de renovación”.
D. José María quiso centrar su homilía en la fiesta de la presentación del Señor y en el reconocimiento del Mesías por parte de los santos ancianos Simeón y Ana “después de numerosos años al servicio del templo”, así como en el papel tan importante que las personas mayores desarrollan en las familias y en la sociedad.
Animó a los miembros de Vida Ascendente a tomar como modelo a estos santos ancianos y a “presentarse ante el Señor con el alma limpia”, con una fe simbolizada por las candelas con las que entraron en procesión en la parroquia y a seguir “su ejemplo de discernimiento” destacando las palabras de Simeón “Ahora Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto al Salvador” y el de la profetisa Ana “que difunde con alegría la Buena Nueva”.
Resaltó lo adecuado de la elección de estos santos ancianos como patronos de Vida Ascendente, “modelo para sus miembros” y les transmitió la bendición de D. Ginés, de misión en Cartagena de Indias.
Subrayó Avendaño los preciosos principios que animan al Movimiento: “espiritualidad, amistad, y apostolado”.
“Principios que hacen creíble su testimonio cristiano y alivian el descarte del anciano en nuestra sociedad. La misión del anciano en el seno de la familia es fundamental para la transmisión intergeneracional de la fe, la memoria y la cultura” añadió.
“El anciano, la persona jubilada, tienen su lugar en nuestra sociedad. Destacaba San Juan Pablo II el papel del anciano como la memoria viviente. La memoria viva no la encuentras en las redes sociales de comunicación” continuó.
Agradeció D. José María la labor del anciano, fundamentada en la caridad, recordando la encíclica favorita del Papa Benedicto XVI ‘Deus Cáritas est’.
En esta misma línea de destacar el papel que tienen los mayores se manifiesta una de las participantes en este encuentro, Sandra González, miembro de VA en Móstoles desde hace más de 20 años.
Para Sandra, Vida Ascendente es “un Movimiento de apostolado seglar basado en el Evangelio y en la amistad, para acompañar, acoger y compartir”.
Para esta mujer casada, madre y abuela, Vida Ascendente fue un gran apoyo cuando se vio sin trabajo y ahora dirige el coro del Movimiento mientras toca el órgano y acompaña en las distintas celebraciones parroquiales.
“Cuando alguien acude a nosotros con un problema, cuando necesita ayuda, podemos aconsejar entre todos, compartir nuestra experiencia e iluminar las distintas situaciones a la luz de la fe” declara Sandra.