El obispo auxiliar, D. José María Avendaño, ha presidido en la mañana del 24 de febrero un encuentro en el centro para refugiados ucranianos San Josafat de Leganés, en el que la Diócesis de Getafe y Cáritas han mostrado el balance de la ayuda enviada a las familias ucranianas en el transcurso del año que lleva en marcha el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
El acto ha consistido en una mesa redonda, moderada por la directora de Alfa y Omega, Cristina Sánchez, en la que ha intervenido primero Mons. Avendaño, seguido del subdirector de Cáritas diocesana, Julio Sánchez Salvador; el técnico de emergencias internacionales de Cáritas Española, José Peralta; el capellán ucraniano Andry Stefanyshyn y Kateryna, la madre ucraniana que vive ya en el centro de refugiados junto a sus dos hijos pequeños.
Al encuentro también ha asistido el vicario episcopal para la Pastoral Caritativa y Social, Aurelio Carrasquilla; el alcalde de Leganés, Santiago Llorente y varios miembros de su corporación municipal.
D. José María ha comenzado su intervención con una oración y destacando que “la paz empieza en el corazón de cada uno de nosotros”.
“El balance que hacemos hoy nos ayuda a ver cómo se concreta ese deseo de paz” ha señalado el prelado.
Mons. Avendaño ha relatado cómo la Diócesis de Getafe y Cáritas respondieron con inmediatez a la solicitud de ayuda en cuanto estalló la guerra constituyendo una ‘Mesa de Hospitalidad’ que englobaba a todas las delegaciones que dependen de la vicaría episcopal de Pastoral Caritativa y Social y cuyo responsable es el sacerdote Aurelio Carrasquilla.
“Desde este órgano se decidió que la ayuda económica se canalizara a través de Cáritas y la ayuda material se almacenara en la Parroquia Santa Teresa y desde allí se enviara a Ucrania” ha dicho, destacando la colaboración de la Asociación de Transportistas de Getafe y de otras parroquias, como Santo Cristo de la Misericordia, de Boadilla del Monte.
"Las plazas de refugiados ucranianos de San Josafat, se suman a las veinte que la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, en Ciempozuelos, ha puesto a disposición del Ministerio de Exteriores, dentro del acuerdo que tienen ambas entidades desde hace años"añadió.
También ha relatado D. José María cómo personalmente ha vivido y compartido el dolor y el sufrimiento por el pueblo ucraniano, a través del capellán, el padre Andry, sacerdote que se quedó atrapado en Ucrania cuando fue a recoger a su familia antes de que comenzara la guerra, y que ha sido fundamental en la respuesta humanitaria desde la Diócesis.
“Además, se establecieron los protocolos de acogida para que las personas que iban llegando accedieran a todos los dispositivos oficiales para regularizar su situación administrativa, así como, para obtener un lugar donde vivir. Junto a esto, se mantuvieron reuniones informativas y formativas con familias que se ofrecieron a acoger a estas personas exiliadas de su país por motivo de la invasión rusa” ha contado Avendaño.
El obispo auxiliar ha destacado también la generosidad de todos los diocesanos “que incluso renunciaron a una parte de su pensión” para hacer un donativo destinado a la causa.
“Se han recaudado 228.706,97 euros en estos meses. Una cantidad destinada a la ayuda internacional y al único centro de refugiados ucranianos que hay en nuestra Diócesis ” destacó, subrayando que todo esto tiene como sustrato "la oración" y por eso se organizó una "vigilia por la paz para pedir por la convivencia y la conversión el pasado 19 de marzo".
"Los obispos desde el principio de la guerra manifestaron la necesidad de estar unidos, de oración, de paz y de denuncia. No callarnos ante la guerra, porque como diría San Juan Pablo II, 'la guerra es una barbarie (...) genera muerte'" destacó terminando con una frase del papa Francisco "paren la guerra. En nombre de Dios, paren la guerra".
Después de la intervención del obispo auxiliar, el subdirector de Cáritas diocesana, Julio Sánchez explicó cómo, con la ayuda del Ayuntamiento de Leganés, se ha puesto en marcha este centro, que tiene 29 plazas y que ya aloja a una familia ucraniana y ha asegurado que “seguirán trabajando para hacer posible la acogida de más familias”.
“Se han invertido en el proyecto 605.724,21 euros a diciembre del 2022 y, se ha podido llevar a cabo gracias a la aportación económica del Ayuntamiento de Leganés de 363.000€, subvención que fue aprobada por unanimidad en pleno, y, de otras aportaciones de entidades como ANFEJO, SAONT GOBAN IDAPLA, Distriplac o Anaya” señaló.
Por su parte el representante de Cáritas española, José Peralta, relató qué Cáritas a nivel nacional ha recaudado casi 20 millones de euros, de los que 7,3 han sido aportados por las Cáritas diocesanas, y que se había atendido a más de cinco mil personas ucranianas en España, de las cuales 282 han sido atendidas por las 97 Cáritas parroquiales de la Diócesis de Getafe.
“Cinco de los veinte millones han sido asignados a varios proyectos en el terreno. Cáritas Ucrania ha podido proporcionar ayuda humanitaria de emergencia a más de seis millones de personas, entre la que destacan los kits de alimentos e higiene, la reconstrucción de viviendas dañadas y los elementos para que pudieran tener calefacción y comida caliente” subrayó Peralta..
En cuanto al padre Andry, capellán de la numerosa comunidad ucraniana que hay en la Diócesis, expresó con palabras emocionadas “el dolor, el miedo y la incertidumbre” que han sufrido las familias desplazadas y él mismo cuando se vio atrapado en medio de la guerra, y “el largo trayecto de varios días que todos los refugiados han sufrido hasta llegar a España”.
“Cada familia que sale de su país a otro entiende que allí no tiene casa, no tiene amigos, no sabe adónde va, pero hay que salvar la vida y hay que huir” contó.
“La Iglesia, los sacerdotes, en medio de este conflicto tenemos que prestar apoyo moral primero, escuchar el dolor y los sentimientos de la gente que viene a nosotros y después rezar junto a ellos y dar la ayuda material que nos pidan” explicó, añadiendo, que a pesar de la diferencia de ritos entre la Iglesia católica de Ucrania y España “nunca antes hemos estado tan unidos”.
Por último intervino la joven madre ucraniana que ha llegado a España desde un pueblo cercano a Kiev huyendo de la guerra “nunca olvidaré el 24 de febrero, cuando escuchamos las bombas y mi padre dijo que debíamos salir de nuestra casa”.
Kateryna compartió su doloroso testimonio “aquí estoy bien, pero en casa estoy mejor” dijo, y agradeció la ayuda continua del padre Andry a quien podían recurrir siempre que lo necesitaban.
Esta joven madre ucraniana intenta comunicarse con su hermano que está en el frente y con su padre que colabora en Ucrania como voluntario y cuenta: “miro el móvil durante horas esperando una respuesta a mi mensaje”.
Para cerrar el acto, el obispo auxiliar rezó por la paz en Ucrania, señalando que “el testimonio de Kateryna nos ha atravesado el corazón a todos” y pidiendo al Señor que “dé luz a los que tienen el poder de frenar tanta violencia”.
Podéis ver el vídeo completo del acto en el siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=_Oz-VkPzjF8