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13/09/2023. La Catedral Santa María Magdalena (Getafe) acogió el pasado lunes 11 de septiembre la misa funeral por el sacerdote diocesano Mons. Luis Senovilla, fallecido a finales del mes de agosto.

La ceremonia estuvo presidida por el obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, y concelebrada por su auxiliar, D. José María Avendaño, el vicario general, Javier Mairata, y una decena de sacerdotes que quisieron despedir al finado.

El prelado en su homilía tuvo palabras de consuelo y esperanza para familiares, amigos y “personas que lo cuidaron en sus últimos días” recordando que durante años fue párroco de la Catedral y Consiliario de la Congregación de la Virgen de los Ángeles.

“Le pedimos a Dios que le dé el premio de los buenos pastores” señaló.

“Hoy estamos celebrando el don de la fe que nos da la salvación. La fe es un don, no una conquista humana. Un don que recogemos con libertad, y hacemos crecer con nuestro trabajo y esfuerzo” y añadió: “esa fe nos lleva a la salvación y la salvación nos da la gloria, por eso proclamamos que del Señor nos viene la salvación y la gloria, que también pedimos para nuestro sacerdote D. Luis”.

“En relación a la Carta de san Pablo a los Colosenses que acabamos de leer me parece un precioso tratado de lo que es la vida del sacerdocio; san Pablo fue gastando su vida por Cristo y, en este contexto, vemos cómo el sacerdote se gasta día a día hasta entregar definitivamente la vida” dijo D. Ginés.

“Un sacerdote es un hombre al servicio del pueblo de Dios que entrega su vida, que entrega lo que tiene y lo que es, que corre la carrera de la fe para recibir el premio de la corona de los llamados” explicó el prelado, y continuó: “cuando rezamos por un sacerdote podemos decir que ha gastado su vida y ha llegado hasta el final”.

“Algo importante para mí -dijo el prelado- en la vida sacerdotal, es la perseverancia, llegar hasta el final…. 'Hasta completar en mí los padecimientos por la salvación de los hombres'”.

“A lo largo de su vida el sacerdote tiene que ir identificándose, configurándose, con Cristo en la Eucaristía y hacer una gran ofrenda de su vida al Padre en favor de los hermanos” destacó.

“Estoy seguro de que esto es lo que intentó hacer en su vida D. Luis, vivir su vida configurándose con Cristo con un corazón entregado” subrayó D. Ginés.