14/02/2024. El viernes 9 de febrero, la Delegación diocesana de Migraciones convocó un nuevo círculo de silencio en Getafe por los derechos de las personas migrantes. En esta ocasión en solidaridad con las víctimas de trata.
Una treintena de personas se reunieron para gritar, en silencio, contra esta lacra social, que según manifiesta el delegado diocesano de migraciones, Fernando Redondo, "también toca de lleno a los municipios del territorio diocesano".
"El tema central ha sido la trata de personas, aprovechando que el día anterior, 8 de febrero, recordábamos a santa Josefina Bakhita, una mujer sudanesa que en su infancia y juventud fue víctima de la esclavitud" explica Redondo.
"En torno a esa fecha cada año los cristianos denunciamos esa lacra y nos solidarizamos con las víctimas de trata, esa realidad que podríamos llamar de ultraperiferia en el lenguaje del papa Francisco" añade.
Después de un tiempo de silencio se procedió a la lectura de un manifiesto contra la trata de personas en la que se denunciaban muchas situaciones que no lo parecen y advertía ante ellas: "hay trata cuando lleva a trabajos o servicios forzados, a la servidumbre, que son esclavitud, aunque tenga apariencia laboral, como es el caso de algunas formas extremas de servicio doméstico".
"Hay trata cuando conduce a la mendicidad, a las actividades delictivas o a la extracción de órganos corporales" denunciaba el manifiesto, añadiendo que "los migrantes son especialmente vulnerables y presa fácil de las redes de trata, sobre todo las mujeres y las niñas".