13/05/2024. El obispo D. Ginés García Beltrán inauguró el pasado domingo 12 de mayo, fiesta de la Ascensión del Señor a los cielos, un Año de Gracia en la Parroquia Nuestra Señora de Zarzaquemada, con motivo del 50 aniversario de su fundación.
El prelado estuvo acompañado por el párroco y vicario episcopal para la Pastoral Caritativa y Social, Aurelio Carrasquilla, el vicecanciller secretario, Guillermo Fernández, el rector del Seminario, Cruz Gonzalo López Palomo, el delegado de Liturgia y párroco de San Salvador, Pedro Merino, el vicario parroquial y sacerdotes de otras parroquias de Leganés.
También se sumaron algunas autoridades civiles y un gran número de fieles pepineros.
D. Ginés comenzó abriendo la Puerta Santa por la que deberán pasar los feligreses si quieren ganar la indulgencia plenaria, uno de los dones de este Año especial de la parroquia, que el canciller secretario se encargaría de recordar poco después, ya en el templo.
En su homilía el prelado diocesano quiso destacar la alegría que le embargaba al poder compartir con la comunidad parroquial la celebración de este cincuenta aniversario: “es un momento de alegría, de acción de gracias, de crecimiento y de revitalización”.
También quiso el obispo dar las gracias a todas las comunidades de religiosas presentes en la ceremonia, y que habían acompañado a la comunidad parroquial en el transcurso de estos años, al arzobispo promotor de la parroquia, D. Casimiro Morcillo, y a quien la inauguró en 1974, D. Enrique Tarancón.
En relación a las lecturas y a la fiesta de la Ascensión que se celebraba ese domingo, D. Ginés señaló varias lecciones: “Cristo es la cabeza de la Iglesia, que se mantiene unida al cuerpo que somos todos nosotros; la importancia de la unidad en la diversidad, que se construye a través del diálogo y del encuentro, y sobre todo del amor hacia el otro, o la labor misionera de todos los bautizados para llegar a las periferias…”.
“La Parroquia que no camina unida no da nunca fruto (...) la unidad se construye a través del amor, un amor que supera las diferencias (…) estamos llamados a la evangelización, a ser un hospital de campaña, tenemos que salir fuera, ser una Iglesia en salida. Esa es nuestra misión, estáis en un momento precioso” subrayó D. Ginés.
“Dejo un encargo a esta parroquia -dijo el prelado- que renovéis vuestro espíritu misionero y evangelizador. Como nos ha dicho la Palabra, no estáis solos, Cristo nos ha dejado la fuerza del Espíritu Santo”.
Al término de la celebración, el párroco, Aurelio Carrasquilla, también quiso dirigir unas palabras de agradecimiento al obispo -por su cercanía y cariño- y a toda la comunidad parroquial, por su colaboración en las tareas pastorales: “sois una comunidad que hacéis familia y es justo y necesario daros gracias”.
Después, D. Ginés bendijo unas pequeñas capillas itinerantes que visitarán los hogares de las familias de la parroquia que lo soliciten.
El canto a la Virgen y un “Viva Nuestra Señora de Zarzaquemada” pusieron punto final a la celebración