06/05/2024. Más de 2000 personas, 40 hermandades, una treintena de sacerdotes, autoridades civiles y militares, se unieron al obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, para festejar el 600 aniversario de la fundación de la Hermandad de Nuestra Señora de Butarque con una eucaristía solemne y una procesión por las calles de Leganés.
Era la primera vez en la historia que se realizaba esta procesión, conocida como Magna Mariana, en la Comunidad de Madrid y en la Diócesis de Getafe.
El prelado diocesano estuvo acompañado por el vicario episcopal de Apostolado Seglar, Jaime Bertodano, el delegado de Hermandades y Cofradías, Pedro Chaparro, y el de Liturgia, Pedro Merino, entre otros presbíteros diocesanos.
Junto a la imagen de la Virgen de Butarque, patrona de Leganés, procesionaron la de Getafe, la Virgen de los Ángeles, patrona también de toda la Diócesis; Ntra. Sra. del Carmen, de Torrejón de Velasco; Ntra. Sra. de Gracia, patrona de Chinchón; la Virgen del Consuelo, patrona de Ciempozuelos; Ntra. Sra. del Socorro, patrona de Villamanta; la Virgen de los Santos, patrona de Móstoles; Ntra. Sra. del Roble, patrona de Cenicientos; la Virgen de la Soledad, de Fuenlabrada y Ntra. Sra. de Fátima, de Alcorcón.
Ante la magnitud del acontecimiento, el delegado de Hermandades y Cofradías de la Diócesis, Pedro Chaparro, ha subrayado que ha sido una demostración "de fe y de devoción a la Virgen" en la que se ha podido evangelizar por las calles de la ciudad de Leganés.
El obispo de Getafe, D. Ginés, en su homilía también quiso destacar la importancia del acto que se celebraba "un día histórico en nuestra diócesis" recordando el profundo amor que "desde nuestra infancia" tenemos todos a la Virgen.
"¿Quiénes de nosotros, creyentes, cuando necesitamos ayuda, cuando estamos alegres, no cerramos los ojos y vemos el rostro de la imagen de la Virgen que nos acompañó desde pequeños, que viene con nosotros desde nuestra infancia, a la que hemos rezado, con la que hemos compartido tantas confidencias, ante la que también hemos llorado?" preguntaba el obispo a la asamblea.
D. Ginés continuó explicando las lecturas de la tarde que relataban el mandato de amor del Señor: "como el Padre me ha amado, así os he amado yo, permaneced en mi amor".
"El amor del Padre, la fuente del amor del Padre que ha sido derramada en el Hijo y el Hijo que nos da el amor del Padre. Hemos sido amados. Esta es la experiencia fundante de toda experiencia humana. La experiencia humana más radical que el hombre puede vivir es el amor. Y por eso la tragedia más grande que el hombre puede vivir es no ser amado" subrayó el obispo.
"El amor de Dios se demuestra cuando nos llama amigos -continuó D. Ginés- y se entrega por nosotros".
"La prueba del amor verdadero, la prueba del amor hasta el final es entregar la vida. Unas veces la vida se puede entregar en un momento, en un acto de heroicidad. Pero en otros momentos, la mayoría de las veces, la vida se entrega cada día. Este amor del Señor, nosotros, queridos hermanos, lo vemos reflejado en la persona, en la imagen de la Virgen santísima" remarcó.
García Beltrán continuó destacando dos cualidades de la Virgen María rescatadas de la lectura de las Sagradas Escrituras: "María como modelo de mujer" aludiendo también a la dignidad de toda mujer que señala el nuevo documento papal 'Dignitas infinita'.
"Y al mismo tiempo que contemplo la dignidad de la mujer, quisiera denunciar también aquellas situaciones en las que la mujer es atacada físicamente, psicológicamente, moralmente. Aquellas situaciones en las que la mujer no comparte la misma dignidad que tiene con el hombre y que van contra el corazón de Dios, además de contra la justicia" insistió D. Ginés.
"Y una segunda cualidad de María: "la maternidad ... si algo distinguía a María entre los discípulos era el ser madre. María es madre" añadió.
"¡Qué bien lo sabemos, queridos hermanos, todos nosotros, los cristianos! ¡Cuántas veces hemos acudido a María porque es madre! Incluso personas que tienen una fe débil que les cuesta creer en Dios, que les cuesta creer en las verdades de la fe y sin embargo se acercan a María con confianza"
García Beltrán quiso destacar, unidas a la maternidad de María, otras cualidades: "ella siempre es puente, ella siempre es luz, ella nos fortalece, nos levanta, ella es consuelo...", señaló recordando también que el domingo 5 de mayo se celebraba el Día de la Madre.
"Nosotros -dijo D. Ginés- lo hemos adelantado un poquito para celebrar hoy el Día de la Madre, el Día de nuestra Madre, esa madre que siempre viene con nosotros. Además, y, por último, la madre es la que nunca cierra la puerta. La madre es la que siempre tiene una excusa para recibir al hijo que se fue. (...) María es siempre Iglesia abierta, que cuida, que acoge, que escucha, que siempre tiene un lugar para el otro".
Para concluir D. Ginés dirigió unas palabras de agradecimiento al pueblo pepinero: "Hoy Leganés nos ha abierto las puertas y estamos muy agradecidos. Nos ha abierto las puertas para que vengamos con el mayor título que tenemos en nuestros pueblos, en nuestras ciudades, que es la madre. Por eso le damos gracias al Señor por nuestra madre María y le pedimos a ella que interceda por nosotros para que nuestro pueblo sea un pueblo que acoge, un pueblo que cree, un pueblo que ama, un pueblo que espera".
Al término de la Eucaristía y antes de la procesión, el prelado visitó cada una de las imágenes presentes que después recorrieron las calles de Leganés, desde la Plaza de España hasta la Parroquia San Salvador, acompañadas por los miembros de sus hermandades y cofradías y centenares de fieles devotos, en un camino que se prolongó hasta bien entrada la medianoche.