24/03/2025. El obispo de Getafe, Mons. Ginés García Beltrán, ha clausurado en la mañana del domingo 23 de marzo la visita pastoral a la parroquia Santa María de la Alegría en Móstoles, en una celebración en la que ha querido agradecer la acogida dispensada a lo largo de la semana en los diferentes encuentros que han mantenido tanto él como el obispo auxiliar, Mons. José María Avendaño.
En su homilía ha comenzado destacando este sentimiento de gratitud: "el primer sentimiento que sale de mi corazón es la acción de gracias al Señor, por todos los que la formáis, por cada miembro y cada grupo de esta comunidad; doy gracias a Dios por la vitalidad de la parroquia, por la diversidad de carismas, nuevos y antiguos”, destacando la riqueza espiritual de la comunidad.
Mons. Ginés ha remarcado que esta vitalidad es una muestra de que el Señor sigue presente: “esto significa que el Señor viene con nosotros, nos sigue alentando y sigue siendo una realidad en este mundo de cemento, en estas grandes ciudades, donde siguen creciendo barrios enormes, y parecería que Dios se oculta y no se ve tan claro. Pero Dios está, y la prueba sois vosotros".
El obispo ha continuado su reflexión agradeciendo “la fe que se vive en esta parroquia, por la transmisión de la fe que se vive en esta comunidad”. Asimismo, ha subrayado dos puntos importantes en las lecturas del día: la conversión y la paciencia.
Mons. García Beltrán ha recordado que el camino de la Cuaresma es un camino de penitencia, austeridad y esperanza, en el que la Palabra del Señor proclamada en la Eucaristía del día “nos vuelve a llamar a la conversión”.
“La conversión marca la vida del hombre a lo largo de toda su existencia, el Señor viene con nosotros y nos llama a la conversión, que es volverse al Señor para que Él sea el centro de mi vida”, ha afirmado el obispo.
En este contexto, Mons. Ginés ha señalado algunas de las ideas que se compartieron en la visita a los grupos de postcomunión: “Cristo es el centro, Cristo da sentido a nuestra vida, y tenemos que vivir de cara a Él”. La conversión, según el obispo, implica “agradar a Dios, vivir de cara a Dios, mirarle a Él”.
Continuando con las lecturas, Mons. Ginés ha insistido en la importancia de cambiar la mirada: “mirar desde el Señor, no desde mi propio egoísmo, soberbia y vanidad, que me impiden tener esa mirada del Señor”.
En cuanto a la paciencia, reflejada en la parábola de la higuera, el obispo ha explicado que “en una sociedad de lo inmediato, la paciencia nos habla también de conversión. El Señor nos da siempre una oportunidad, nos permite dar fruto, empezar de nuevo, con paciencia. De la paciencia de Dios depende nuestra salvación. Dios tiene paciencia conmigo. Un camino de conversión y de esperanza es la paciencia”.
Para finalizar, Mons. Ginés ha exhortado a la comunidad: “¡continuad en el sentimiento de Cristo, seguid viviendo vuestra fe y siendo testimonio en medio de este barrio y de este mundo, predicando con el ejemplo y la palabra!”.
“Os animo a fortalecer la comunidad cristiana y también a salir fuera, donde está la mayor parte de la gente que no conoce al Señor”, ha concluido el obispo. “Una misión importante de la parroquia es salir hacia fuera y buscar al que no está. La mayor parte de la gente está fuera de nuestras parroquias. Es una misión de todos, no solo de los sacerdotes, llevar a Cristo a todos los ambientes: en la familia, en el trabajo… siendo fermento dentro y fuera para ser un signo creíble de lo que el mundo necesita: a Dios”, ha invitado.
Por su parte, el párroco, Boris Muriel, también ha querio dirigir unas palabras al obispo y a la comunidad parroquial agradeciendo los momentos compartidos y la visita pastoral destacando la presencia y el impacto espiritual que dejó en la comunidad. "Esta semana ha sido un verdadero regalo", comentó subrayando cómo la gracia de Dios ha tocado los corazones de los feligreses.
"Queremos ser una parroquia en salida, dispuesta a recibir y a dar todo lo que recibimos", ha afirmado resaltando la importancia de vivir en “comunión y servicio” y recordando las palabras de Mons. Ginés. Además, ha agradecido a todos los que habían contribuido en la organización de los encuentros y a los seminaristas por su colaboración: "la semana ha sido intensa, pero llena de frutos".
Finalmente, ha expresado su confianza en el futuro de la parroquia: "nos sentimos profundamente confortados por su visita y seguimos adelante con esperanza, sabiendo que el Señor camina con nosotros".
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