Carta de D. Ginés García Beltrán con motivo del Día de la Iglesia diocesana 2021

Día de la Iglesia diocesana 2021


«Todos los bienes que tenemos, el Señor nos los da para hacer que el mundo progrese, para que la humanidad progrese, para ayudar a los demás» (Papa Francisco, Meditación cotidiana en Santa Marta del 21 de octubre de 2013)

 
La celebración del Día de la Iglesia Diocesana nos impulsa una vez más a reflexionar sobre la necesidad de la conversión pastoral de todas las comunidades que forman nuestra diócesis de Getafe, a la vez que nos anima a renovar nuestro sentido de pertenencia a esta porción del Pueblo de Dios que peregrina en el Sur de Madrid.

Seguimos inmersos en esta pandemia que ha desafiado nuestra forma de vida y que está provocando tantas situaciones complicadas en la vida de las personas, no solo a nivel social y económico, ya que está produciendo tensiones familiares y dificultades personales. La comunidad diocesana ha salido al encuentro de todas estas personas a través de las Cáritas parroquiales, los comedores sociales, el Centro de Orientación Familiar, la Delegación de Migraciones, y tantas iniciativas de las parroquias, colegios y comunidades religiosas que han multiplicado esfuerzos en una situación sin precedentes. Afrontar este desafío ha sido posible gracias a la oración, compromiso y ayuda económica de tantos que, conscientes de su responsabilidad, han sabido dar lo mejor de si mismos, en ocasiones con un gran esfuerzo personal. Queremos dar las gracias a todos y animaros a continuar con generosidad dando respuesta a tantas necesidades que requieren de nuestra entrega.

En estos momentos, en que parece que la situación sanitaria está más controlada, no podemos olvidar que las necesidades de tantas personas no solo no han disminuido, sino que se han agravado especialmente en la demanda de escucha, acompañamiento y apoyo personal, familiar y social, y en nosotros pueden y deben encontrar la acogida y compañía que les descubra la presencia del Señor en sus vidas, a la vez que se hace
cargo de sus necesidades más inmediatas.

En esta Jornada un aspecto importante es la cuestión de la economía, permitiéndonos dar cuentas de la gestión realizada en la Diócesis. Es necesario señalar que nuestras cuentas se han visto afectada por la situación provocada por la pandemia, pero se ha seguido dando respuesta, con creatividad y austeridad, a tantas demandas de ayuda a la vez que afrontando los gastos ordinarios que han crecido por el aumento de precio de
los suministros.

En los próximos años tenemos que afrontar la construcción de la residencia para nuestros sacerdotes mayores, una grave carencia que arrastrábamos y que por fin vamos a poder atender, junto a la construcción de algunos nuevos templos en zonas densamente pobladas y que necesitan de la presencia cercana de la parroquia. Junto a esto, en nuestras parroquias, asociaciones y comunidades religiosas tenemos que hacer crecer la cultura de la corresponsabilidad, de la transparencia administrativa y de la ayuda a las necesidades de la Iglesia en las comunidades parroquiales, en este sentido las normativas que se van realizando tratan de ser una ayuda eficaz para ello, pero ante todo es importante reconocernos cada uno de nosotros como piedras vivas de la Iglesia, partícipes de su misión evangelizadora y misionera, a la vez que de su sostenimiento.

Os agradezco a todos vuestra generosidad y os animo a que juntos afrontemos los desafíos de nuestro tiempo confiados en la fuerza del Señor que se manifiesta en nuestra debilidad.

Con mi afecto y bendición.