El municipio de Cenicientos acogió el sábado 29 de abril la segunda edición de ‘La noche de la Historia’ una jornada evangelizadora de carácter festivo y cultural organizada por la Parroquia San Esteban Protomártir en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad.
El encuentro, que duró todo el día, contó con la presencia del conocido belenista José Luis Mayo que expuso piezas originales de su colección y habló de su trayectoria profesional y personal dialogando con los asistentes.
Los artesanos de la localidad le hicieron entrega de primer premio de la 'Noche de la Historia' “como embajador de la belleza” y en reconocimiento a su magnifica labor artística.
“Esta es la primera edición de un premio que se va a instaurar a partir de ahora en Cenicientos y en la 'Noche de la Historia' y que reconocerá el mérito de alguna personalidad diferente cada año” explica el párroco y promotor de esta iniciativa, Miguel Díaz.
“Ha sido una jornada excepcional, donde ha participado todo el pueblo, que ha reunido a creyentes y no creyentes en torno a la cultura, y en un evento promovido desde la parroquia. La 'Noche de la Historia' es para todo el mundo” asegura Díaz.
Bailes regionales, exposiciones, visitas guiadas, talleres… todo estaba al servicio de la evangelización, de la fraternidad, de la convivencia, y de la cultura: “se favorece el intercambio de talento, de diálogo, el conocimiento, todo alrededor de la parroquia como punto central”.
“Hay mucho esfuerzo detrás, muchas horas de trabajo, más de 60 voluntarios ofreciendo su tiempo… y al final ha merecido la pena” explica el párroco de Cenicientos.
“Otro de los platos fuertes -relata Miguel- ha sido un magnífico concierto de chelo que tuvo lugar en la Parroquia, en el que participaron dos niños de 5 y 8 años, virtuosos del violín, que dejaron a todo el mundo asombrado”
El rector del Seminario Menor ha mostrado su entusiasmo por el gran respaldo que ha tenido esta iniciativa “el evento cultural más grande en los municipios de la Sierra Oeste, organizado por la parroquia. Una demostración de que la Iglesia es para todos y está viva”.