El vicario episcopal para la Vida Consagrada, Ramón García-Saavedra, presidió el pasado domingo 4 de junio, Día de la Santísima Trinidad, la celebración de la Jornada Pro Orantibus en el convento de las religiosas capuchinas en Pinto.
En esta jornada se invitaba a los fieles a dar gracias a Dios por el don de la vida contemplativa y a rezar para pedir al Señor que suscite vocaciones entre los jóvenes, hombres y mujeres, de hoy en día.
Con el lema elegido 'Generar esperanza' la Iglesia quería hacer una llamada a la esperanza ante una realidad en la que "no es difícil encontrar motivos para la tristeza y la desazón ante las continuas noticias de violencia, injusticia, egoísmo, exclusión, pobreza y sinsentido".
En su homilía García Saavedra quiso destacar el valor de la vida contemplativa “como un gran tesoro para la Iglesia”.
“Los contemplativos, desde su vida de oración y silencio, fecundan la actividad misionera de la Iglesia” subrayó el vicario para la Vida Consagrada.
Al recordar el lugar en el que se celebraba la Jornada, García Saavedra quiso hacer hincapié en que “Pinto tiene el privilegio de tener un monasterio de vida contemplativa con seis hermanas que fieles al carisma clariano capuchino, interceden por su pueblo y por el mundo entero”.