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La Casa de las Religiosas Oblatas del Santísimo Redentor (Ciempozuelos) acogió el domingo 4 y el lunes 5 de junio un encuentro-convivencia de los sacerdotes ordenados en los últimos cinco años con el obispo diocesano, D. Ginés García Beltrán, y su auxiliar, D. José María Avendaño.

Además asistieron Francisco Javier Zaera, vicario parroquial en San Juan de Ávila (Móstoles), como representante del clero más joven y D. Inocente García de Andrés, adscrito a Nuestra Señora de La Saleta (Alcorcón) con más de 50 años de sacerdocio, para que compartieran sus experiencias como presbíteros al servicio de la Diócesis.

Zaera, ordenado en 2015, en su testimonio resaltó la importancia de vivir su vocación sacerdotal unido a Cristo, donde encuentra fuerza para desarrollar su ministerio.
Por su parte, García de Andrés, ordenado en 1967, recordó los años del postconcilio y las dificultades que en aquella época de cambio en la Iglesia y en la sociedad encontraban los sacerdotes jóvenes y recién ordenados.

Recogiendo lo principal de cada testimonio, el obispo auxiliar D. José María Avendaño quiso destacar también la importancia de vivir cada vocación desde el amor a Cristo, y en el caso concreto del sacerdote "unido completamente a Él y siendo fiel al ministerio que la Iglesia les ha encomendado".

Para concluir el encuentro el obispo D. Ginés García Beltrán también quiso dirigir unas palabras a sus sacerdotes subrayando la importancia que para el sacerdote y su permanencia en el ministerio tiene la unidad y el apoyo en otros hermanos para "cuidar entre todos de la santidad de cada uno y vivir la fraternidad sacerdotal".
Y además quiso advertirles de que "los sacerdotes jóvenes tienen el peligro de centrarse en "el hacer, en el activismo" -cuestión que D. Ginés ha subrayado en otras ocasiones a sus presbíteros- y "olvidar por el camino el contacto íntimo por el Señor".

Alfonso Chico, uno de los sacerdotes participantes, ha destacado que "fue un encuentro muy fraternal" en el que compartieron tiempos de convivencia e intercambio de experiencias, la oración y la eucaristía y en el que fueron ayudados en su ministerio por la experiencia de otros sacerdotes que les preceden.

Mateusz Tabaka, otro de los sacerdotes recientemente ordenados, señaló que han sido dos días de "intensa convivencia" donde los curas más jóvenes en el ministerio se han sentido muy acompañados por sus pastores y donde se ha vivido "la fraternidad sacerdotal"  en la que tanto ha insistido D. Ginés.