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El santo Padre Francisco ha celebrado en Campo de Gracia, en la mañana del domingo 6 de agosto, la misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud en la que han participado unos 3000 jóvenes de la Diócesis de Getafe pertenecientes a parroquias, grupos y movimientos, junto a sus sacerdotes, consagrados y catequistas.

Los jóvenes diocesanos se han unido al millón y medio de peregrinos llegados desde los lugares más alejados del globo para vivir unos intensos días de catequesis, viacrucis, adoración, Rosario, y convivencia "unidos en la misma fe y por Cristo" como les ha dicho el sumo pontífice.

Ni el cansancio de los intensos días previos, ni las horas de caminata hasta llegar a Campo de Gracia, ni la noche al raso han amilanado el ánimo de los jóvenes, que esperaban expectantes y alegres la llegada del santo Padre.

Las lecturas del domingo, que relataban el pasaje de la transfiguración, han servido al papa Francisco para mandar un mensaje contundente a los jóvenes: "tres palabras os dejo jóvenes: resplandecer, escuchar y no tener miedo".

"Jesús se transfigura y su rostro resplandecía como el sol. Poco antes había anunciado a sus discípulos su muerte, su pasión (...). Él se transfigura para ayudarnos a recoger el proyecto de Dios sobre cada uno de nosotros. Él escoge tres de sus discípulos y se transfigura ante ellos. Este baño de luz los prepara para la noche de la Pasión" ha explicado el Papa.

"Hoy nosotros necesitamos un destello de luz que sea esperanza para afrontar tantas oscuridades y derrotas cotidianas que nos asaltan en la vida, Necesitamos la luz de la Resurrección" les ha dicho el santo Padre.

Pero, les ha advertido Francisco, "no nos volvemos luminosos por los reflectores, o cuando mostramos una image perfecta al mundo, de poder y éxito. Nos volvemos luminosos cuando, acogiendo a Jesucristo, aprendemos a amar como Él. "Seremos luz el día que hagamos obras de amor".

"La segunda palabra que les dejo hoy es: escuchar. Todo lo que hay que hacer en la vida nos lo dice la Palabra: 'este es mi Hijo amado, escúchenlo'. Cristo nos revela que Dios es Padre y es Amor. A veces emprendemos caminos que son egoísmo disfrazado de amor. Sólo Cristo te dice cuál es el camino del amor" ha subrayado.

Para concluir la homilía el papa Francisco les ha insistido mucho en vivir la fe con valentía y en llevar el mensaje de Cristo sin desanimarse.

"Y por último, ¡no tengan miedo!, les ha dicho. A vosotros jóvenes que han vivido este gozo, que tienen sueños grandes, pero a veces viven ofuscados por el temor, que piensan que no serán capaces, y son tentados por el desánimo, que quieren cambiar el mundo y luchar por la justicia, y la paz, que le ponen ganas y creatividad a la vida... a ustedes jóvenes que son el presente y el futuro, a ustedes les dice: ¡no tengan miedo!".

"Quisiera mirar a los ojos de cada uno de ustedes y decirles: no tengan miedo. No soy yo quien se lo dice, es Jesús mismo quien les mira en este momento, que les conoce; que sabe de sus alegrías y tristezas, de sus éxitos y fracasos. Él hoy les dice aquí, en Lisboa, en esta Jornada Mundial: ¡no tengan miedo!" ha exclamado Francisco.

Con este intenso mensaje el papa reavivaba la fe y la esperanza de tantos jóvenes que le escuchaban bajo el sol y el calor portugués.

Al término de la celebración ha querido también entregar una cruz a los peregrinos representantes de los cinco continentes -invitándoles a ser testigos de Cristo ante el mundo-, y pronunciar unas sentidas palabras de agradecimiento. 

"Ahora que nos disponemos a volver a casa, el Señor nos hace sentir la necesidad de compartir la gratitud de Dios y dar gracias por esta jornada" ha remarcado..

"Gracias, obrigado" les ha dicho el Papa a todos los que han hecho posible este encuentro mundial, entre ellos la Iglesia y el pueblo portugués, los voluntarios, los jóvenes que han seguido la jornada desde sus países, y con una mirada especial al santo patrono de las JMJ y su iniciador, San Juan Pablo II.

Además, también ha querido Francisco tener un recuerdo especial para Ucrania y el pueblo ucraniano manifestando el deseo de alcanzar la paz, y para los abuelos: "ellos son nuestras raíces, que nos transmitieron la fe y el horizonte de una vida".

"Tengo el sueño de unos jóvenes que viven en paz, que llevan la paz y construyen un futuro en paz. Sigan rezando por la paz. Ustedes jóvenes son testimonio de unidad y de esperanza. Gracias, sigan adelante" compartió, invitando a poner el deseo de paz en manos de la Virgen María con el rezo del Ángelus.

delisboaseulPor último, el santo Padre ha invitado a todos los jóvenes a celebrar el Jubileo de los Jóvenes en Roma en 2025 y la próxima Jornada Mundial de la Juventud, en Seúl (Corea) en 2027.

Descargar la homilía entera.