04/09/2023. Más de un centenar de familias, unos 220 adultos con 264 niños y 25 universitarios, acompañados del obispo de la Diócesis de Getafe, D. Ginés García Beltrán, su auxiliar, D. José María Avendaño y el emérito, D. Joaquín María López de Andújar, una veintena de sacerdotes, once seminaristas y un numeroso grupo de 78 monitores voluntarios, han vivido dos intensas semanas de convivencia y vacaciones en la Casa diocesana de Málaga, en la experiencia conocida como 'El Familión'.
Divididos en dos tandas, una del 18 al 24 de agosto y otra del 25 al 31, niños, jóvenes y adultos han podido compartir la fórmula de oración, formación y descanso, con el centro en la Eucaristía diaria, celebrada y adorada, y la convivencia en Iglesia.
Como explica D. Ginés García Beltrán, "'El Familión' es una realidad pastoral que se va consolidando, y que cumple con su principal objetivo: mostrar que la Iglesia es una familia. Además de eso, mostrar a las familias una imagen de la Iglesia cercana, ya que durante estos días convivimos seminaristas, sacerdotes y obispo con las familias. Es una acción pastoral que no ha dejado de crecer a lo largo del tiempo".
Los matrimonios han podido disfrutar en esta edición de varios cursos formativos y conferencias dirigidos a fortalecer y profundizar su fe y la vivencia de su vocación esponsal y paternal. Impartidos por varios sacerdotes y fieles diocesanos, los adultos han participado por las mañanas en charlas sobre la Palabra de Dios, el legado de Benedicto XVI, la educación afectiva de los hijos desde la teología del cuerpo de Juan Pablo II, o la impronta de la fe en las grandes obras literarias, entre otros.
Por las tardes, las familias han apostado este año por compartir actividades lúdicas como las gymkhanas, los encuentros deportivos, la playa y la piscina, así como visitar la Catedral de Málaga -donde rezaron juntos el Rosario- y pasear por sus hermosas calles.
Con todo, el centro de este encuentro asegura D. Ginés es "que la Iglesia se viva y se exprese en el mundo de la familia. A mí me hace mucho bien pensar que a los niños y a los jóvenes estos días se les traslada esta imagen cercana de la Iglesia, de los sacerdotes y de su obispo. Es un medio precioso de evangelización, de educar y transmitir la fe que tenemos que fomentar y potenciar".
Además, explica que "el hecho de tener que realizarlo en dos turnos, a pesar de la gran capacidad de acogida que tiene la Casa Diocesana de Málaga, es señal de que la gente lo quiere. Como Iglesia debemos anunciar lo que es nuestro, a Jesucristo y, este es un medio precioso para llevar la fe a las familias".
En este sentido, un momento que se disfruta especialmente es "la tertulia, porque las familias preguntan al prelado sobre las dificultades que tienen en su corazón, las cosas que ven de la Iglesia y qué les gustaría que el obispo se las aclare. Igualmente, tenemos una tertulia con los jóvenes y me sirve mucho para darme cuenta de la situación que viven las familias, los universitarios y ver cuáles son sus inquietudes. Recuerdo que, en uno de estos momentos, una chica adolescente me preguntó: ¿qué haría usted si estuviera en mi lugar? Y a mí eso me interroga, porque yo lo tengo muy claro desde mi posición, ¿qué haría yo?, ¿qué diría yo como obispo?, pero ella me pedía que me pusiera en su lugar y eso me hace conocer más a los jóvenes y a sus familias. Y es muy importante escuchar, estar cerca y acoger a la hora de tener planteamientos pastorales".
Muchos de estos jóvenes han participado en la última JMJ, a la que él también ha acudido. García Beltrán afirma que "ha sido extraordinaria. Creo que estamos ante una nueva generación de jóvenes. Una generación más profunda, más receptiva, capaz de hacer silencio y de escuchar, sin perder lo propio de la juventud, que es la alegría, el compartir y la generosidad".