17/06/2024. El obispo D. Ginés García Beltrán ordenó sacerdote el pasado sábado 15 de junio al religioso Hijo de la Caridad Lucas Almeida, en una concurrida y emotiva celebración en la Catedral Santa María Magdalena (Getafe).
El prelado estuvo acompañado por el vicario general de los Hijos de la Caridad, P. Pierre Tritz, el vicario episcopal para la Caridad y la Pastoral Social, Aurelio Carrasquilla, y unos 35 sacerdotes llegados desde distintos puntos de la Diócesis, y gran número de religiosos, familiares y amigos de Lucas.
Además, asistió el presidente diocesano de CONFER, P. José Miguel Sopeña, también Hijo de la Caridad y vicario parroquial en San Rafael (Getafe) donde Almeida ha ejercido su ministerio diaconal.
Sopeña fue el encargado de explicar a la asamblea el significado de los distintos pasos del rito de ordenación que se estaban celebrando.
En la celebración, D. Ginés quiso mostrar su agradecimiento a todos los religiosos por su presencia y sobre todo por la gran labor que realizan al servicio de la Diócesis: "agradezco lo que hacéis, pero sobre todo lo que sois" y pronunció su homilía con partes en el idioma portugués para que familiares y amigos del neopresbítero compartieran también la predicación.
"Hoy, en esta celebración, Lucas, un hermano nuestro, va a recibir este sacerdocio para la gloria de Dios y el servicio de los hombres, va a ser configurado con Cristo Cabeza, Pastor y Siervo de la Iglesia, para ser su voz, sus manos, sus pies, y su corazón en medio del mundo" comenzó el obispo.
D. Ginés invitó a Almeida a seguir el ejemplo de Cristo, Buen Pastor, "El buen pastor, nos ha dicho el Evangelio, es el que conoce a su rebaño, el que lo cuida, el que lo protege, y hasta da la vida por las ovejas" y del P. Anizan, fundador de la Congregación de los Hijos de la Caridad.
"El Ideal de un Hijo de la Caridad, y de toda la Iglesia es la santidad, la fecundidad apostólica y la evangelización de los pobres, que se refleja de modo maravilloso en esa imagen que hemos contemplado en el evangelio del Buen Pastor" subrayó.
El prelado continuó explicando el significado de ese triple ideal: "Vivir en este camino de la santidad te hará ver la santidad de tus hermanos, de los hombres con los que has de compartir tu vida, también, y especialmente, de los pobres".
García Beltrán animó también a Lucas a trabajar con celo, con ilusión: "la fecundidad se encuentra en el don total de sí mismo, cuando trabajamos para la gloria de Dios y el bien de las almas".
"Bien sabes, querido Lucas, que el celo es uno de los principales aspectos de la caridad, que has querido que sea el santo y seña de tu vida en la familia de los Hijos de la Caridad. La parroquia en los lugares más pobres y entre los hombres más pobres son el lugar donde estás llamado a vivir tu ministerio, teniendo siempre presentes las palabras del apóstol de las gentes: "Siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza" (2Cor 8,9), para encarnarlas en tu vida y que sean la referencia cotidiana de tu ministerio" insistió.
Por último, D. Ginés señaló que la fecundidad apostólica es la que nos lleva a la evangelización de los pobres, subrayando los múltiples rostros de la pobreza: "se manifiesta también en ámbitos y ambientes muy plurales. Son las periferias físicas y existenciales a las que se refiere el Papa, son el rostro herido de la humanidad, y por eso el rostro dolorido de Cristo. Ver y tocar al Señor en esos rostros y en esa carne es parte esencial de nuestra misión sacerdotal, y de vuestro carisma de Hijos de la Caridad".
Para terminar, el obispo recordó unas palabras del Papa Francisco en relación a la necesaria atención espiritual que necesitan los pobres: "quiero expresar con dolor que la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual. La inmensa mayoría de los pobres tiene una especial apertura a la fe; necesitan a Dios y no podemos dejar de ofrecerles su amistad, su bendición, su Palabra, la celebración de los Sacramentos y la propuesta de un camino de crecimiento y de maduración en la fe. La opción preferencial por los pobres debe traducirse principalmente en una atención religiosa privilegiada y prioritaria" (EG, 200)".
"Querido Lucas, ya ves, el ideal no es algo, es alguien, ya lo dijo el P. Anizan: ‘La imitación de Nuestro Señor es para los Hijos de la Caridad el primer y principal medio, el más valioso para alcanzar su doble objetivo. Nadie, en efecto, ha glorificado a su Padre mediante la práctica de la santidad, unida a la del apostolado’" animó.
"Y que tu oración sea también la de vuestro Fundador: "Ayúdanos a seguirte lo más de cerca posible, de forma que nuestro querido Instituto sea como un Evangelio vivo y que cada uno de nosotros sea un verdadero Hijo de la Caridad, es decir, otro Jesucristo" subrayó el prelado.
Al término de la misa, el vicario general de los Hijos de la Caridad, P. Pierre Trizt leyó un texto del padre Anizan, y el nuevo presbítero dirigió unas palabras de agradecimiento a toda la asamblea.
Almeida, visiblemente emocionado por todo lo vivido, puso su ministerio sacerdotal al servicio de la Iglesia y de la Diócesis de Getafe como ya había hecho en su etapa diaconal.
Unas palabras de acogida, cariño y agradecimiento de D. Ginés pusieron el punto final a la celebración.