30/09/2024. - El obispo auxiliar, José María Avendaño, ha presidido, en la tarde del 29 de septiembre, la celebración diocesana de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado en la Parroquia Nuestra Señora del Carrascal, en Leganés.
Estuvo acompañado, además de por el clero parroquial -Antonio Murillo y José Antonio Plou-, por el vicario episcopal para la Pastoral Caritativa y la Acción Social, Aurelio Carrasquilla, el presidente de Confer diocesana José Miguel Sopeña, el sacerdote brasileño Lucas Almeida, y los capellanes que pastorean a distintas comunidades de inmigrantes en la Diócesis: Andriy Stefanyshyn (Ucrania); Szymon Szarko (Polonia); Alexis Gaetan (Congo); Francisco Leí Chen (China); y Antonio José González (Venezuela).
Mons. Avendaño ha subrayado que “Dios nos pide ser cristianos de verdad, no mediocres. Nos pide ver al inmigrante como parte del pueblo de Dios que camina hacia la Jerusalén celeste”.
También ha querido agradecer la labor de todos aquellos que habían preparado la celebración y asistían a ella, así como el trabajo permanente que realizan los miembros de la Delegación diocesana de Migraciones, cuyo delegado, Fernando Redondo, no había podido asistir, pero a quien dirigió unas palabras cargadas de cariño.
El auxiliar también ha recordado a los anteriores delegados que habían trabajado por la integración de los migrantes en la Diócesis.
El obispo auxiliar ha aportado algunos datos sobre la Diócesis, remarcando que hay “250.000 inmigrantes, procedentes de Rumanía, Ucrania, China, Venezuela, Marruecos, Colombia, Perú y otros países" señalando que "en algunos municipios de la Diócesis, como en Parla, conviven 122 nacionalidades diferentes".
“Muchos de estos inmigrantes han sido acogidos en nuestras comunidades parroquiales donde estas personas se sienten acompañadas por el Señor” ha añadido.
Avendaño ha pedido a la asamblea que le escuchaba: "al contemplar la faz del inmigrante tenemos que ver el rosto de Cristo” y, recordando las frases del Evangelio del capítulo 25 de San Mateo (tuve hambre y me disteis de comer…), ha invitado a acoger a “nuestros hermanos inmigrantes (…) porque no acoger al migrante es pecado, y pecado grave”.
La celebración estuvo enriquecida por los cantos del coro africano cuyos miembros forman parte de la comunidad parroquial de Nuestra Señora del Carrascal.
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