17/11/2024.“¿Todo esto es para nosotros?”. Esta ha sido una de las frases que más ha resonado este domingo 17 de noviembre en la comida fraterna organizada por la Vicaría de Pastoral Caritativa y Social en el Colegio Divina Pastora, en Getafe, para celebrar este año la Jornada Mundial de los Pobres.
La pronunciaron algunos de los reclusos y exreclusos atendidos por el área de Pastoral Penitenciaria al llegar a la sala donde compartirían un gran ágape de fraternidad; también algunos de los migrantes atendidos en la Delegación de Migraciones y los residentes en el Albergue San Vicente de Paúl, en Aranjuez, entre otros.
Unas 160 personas, entre voluntarios y usuarios de las distintas áreas de pastoral que componen la Vicaría de Pastoral Caritativa —cuyo responsable, Aurelio Carrasquilla, también se encontraba allí— los sacerdotes y religiosos que los acompañan, han celebrado esta jornada junto al obispo Ginés García Beltrán.
“Este gesto que estamos haciendo para celebrar la VIII Jornada Mundial de los Pobres —ha dicho el obispo al bendecir la mesa —a la que nos convoca un año más el Papa, significa que la mesa cuanto más grande es, más se parece a la mesa del Reino, a la mesa de Jesucristo. Esta es una mesa grande donde cabemos todos, poque en la mesa del mundo cabemos todos”.
“Además, la mesa tiene otro significado, en la mesa todos tenemos rostro. Muchas veces el problema de la pobreza es que no ponemos rostro a los pobres. Y en esta mesa todos nos ponemos rostro, todos somos alguien, no algo, ni un número”, ha añadido.
Esa misma idea transmitía Manuel Fernández, usuario del albergue San Vicente de Paul, en Aranjuez: 'Esta iniciativa me ha gustado mucho. La mesa está espléndida. Nos permite compartir con otras personas, conocernos, hablar".
Natalia y Carmen, voluntarias de Pastoral Penitenciaria en la cárcel de Valdemoro, destacaban “la sorpresa de los chicos al llegar al Colegio y ver la mesa” y apuntaban que “la iniciativa de estar todos juntos, todos los que somos de la Pastoral Social nos ha permitido estar unidos”.
Mercedes, voluntaria del Hospital Rey Juan Carlos, junto a Sor Elisa, subrayaba que le había gustado mucho “la idea de compartir y animarnos unos a otros”.
También les ha gustado mucho la iniciativa a las hondureñas Antonia y Nathtalie, atendidas por la Pastoral de Migraciones. “como migrantes esta es una oportunidad de conocernos en la diversidad. Estoy agradecida y contenta”, aunque ambas añadían que “es importante también compartir en nuestras parroquias para conocernos todos” y “seguir trabajando en la realidad de las personas migrantes y por la solución de sus problemas”.
Después del ágape, todos pasaron al salón de actos donde un grupo de Basida ofreció un animado concierto, con canciones sobre la esperanza y la ilusión que fueron coreadas con mucha alegría por los asistentes.
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