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Carta de D. Joaquín Mª, Obispo de Getafe, con motivo del Día de la Iglesia Diocesana 2010.
LA IGLESIA COMUNIDAD DE FE, CARIDAD Y ESPERANZA
Queridos hermanos y amigos:
La celebración del Día de la Iglesia Diocesana nos brinda, un año más, la oportunidad de poner ante nuestra mirada, con profunda gratitud, todos los dones que el Señor nos regala por medio de su Santa Iglesia. Una Iglesia que, en la Diócesis, se hace cercana, visible y amable. Una Iglesia en la que todos, como miembros de un único Cuerpo y unidos a su Cabeza que es Cristo, somos absolutamente necesarios e irrepetibles: cada uno, respondiendo a la propia vocación a la que ha sido llamado y participando en la misión única, compartida por todos, de crecer en santidad llevando la luz de Cristo a todos los rincones de nuestro mundo.
Nuestra Iglesia Diocesana de Getafe tiene delante de sí muchos campos para la evangelización. Es una Iglesia llena de vitalidad, en medio de una sociedad que sigue creciendo en número de habitantes, con una gran población juvenil y con mucha gente venida de los más diversos lugares del mundo. Es verdad que nuestra Iglesia, como sabemos bien, se ve sometida al acoso permanente de una cultura relativista y secularista que intenta olvidar a Dios y arrinconar la religión al ámbito de lo estrictamente privado; sin embargo la experiencia nos muestra constantemente el hambre de verdad, de vida y de amor que los hombres tienen. Y vemos con gozo, cada día, que allí donde hay una comunidad cristiana, o una parroquia o un colegio católico, con fuerza evangelizadora, empieza a despertarse la fe adormecida de mucha gente, se va creando un nuevo clima de cordialidad y de humanidad entre muchos, que ante ni siquiera se conocían, y va surgiendo el fermento de una humanidad nueva, transformada por la fuerza redentora de Jesucristo.
El lema de este año: “La Iglesia Comunidad de fe, caridad y esperanza”, nos introduce en el alma misma de la Iglesia. La Iglesia es una realidad teologal, es decir divina, y sólo las virtudes teologales: fe, caridad y esperanza, nos hacen descubrir su naturaleza más profunda. La fe nos abre los ojos del corazón para ver en la Iglesia al mismo Cristo, que sigue entregándonos su vida y su misericordia en los sacramentos. La caridad nos hace experimentar el amor de Dios, derramado en nuestros corazones por medio de su Espíritu Santo y nos convierte en testigos de ese amor. Y la esperanza nos ayuda a comprender la Iglesia como Pueblo que camina en la historia hacia la Tierra prometida, que es el cielo, donde seremos acogidos por el amor infinito del Padre.
Os invito a todos, con motivo de esta Jornada, a dar gracias a Dios por la Iglesia, a sentiros en ella como en vuestra familia y a colaborar, con vuestro trabajo apostólico y con vuestra ayuda material, a su misión y a su sostenimiento económico. Especialmente os pido que penséis en las nuevas parroquias que se están construyendo .Están haciendo un gran esfuerzo. Ayudadles a ver pronto cumplido el sueño de tener su nuevo Templo.
Con mi bendición y afecto:
+ Joaquín María. Obispo de Getafe