07/06/2024. Desde primeras horas de la mañana, el Cerro de los Ángeles está acogiendo este viernes 7 de junio, un año más, a centenares de peregrinos que se acercan hasta la Basílica del Sagrado Corazón y hasta el convento de las Madres Carmelitas para demostrar en las distintas eucaristías del día y en los tiempos de adoración su devoción al Corazón de Jesús.
El obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, presidió la eucaristía de las 12.30 horas, acompañado del obispo auxiliar, D. José María Avendaño, el obispo emérito, D. Joaquín María López de Andújar, el vicario general, los episcopales, el canciller y el vicecanciller, el rector y formadores del Seminario, los delegados, consagrados y consagradas y unos 150 presbíteros llegados desde distintos puntos de la Diócesis.
Entre ellos se encontraban también aquellos que celebraban sus bodas de diamante, de oro y de plata sacerdotales.
Vicente Lorenzo Sandoval y Eloy Ramos -que no pudo acudir a la ceremonia- celebraban sesenta años de fidelidad a Cristo, desde que se ordenaron en el año 1964.
Los sacerdotes que este año celebraban las Bodas de Oro son: Juan José Alonso Somalo y Javier Contreras.
Y los presbíteros que cumplían los 25 años de su ordenación sacerdotal son: Javier Siegrist, Agustín Giménez, Jorge Brox, Felipe Álvarez Quintero, Gonzalo Pérez Boccherini e Ignacio Torres.
D. Ginés quiso comenzar su homilía saludando a todos ellos y con un recuerdo especial a los fallecidos, mencionando especialmente a Santiago Durán “que el Señor quiso llamar para sí en el cielo”, y de cuya ordenación también se cumplían 25 años.
El prelado destacó la importancia de la celebración “tan especial para la Diócesis y para la Iglesia” añadiendo que “el Misterio del Corazón del Señor constituye el rasgo de identidad más importante de nuestra espiritualidad como Diócesis”.
Además, continuó el obispo, en esta jornada “también clausuraremos el Año Jubilar que se ha celebrado en el Carmelo con motivo del primer centenario de su fundación. Año lleno de gracias marcado por la peregrinación de miles de fieles que han querido unirse al gozo de las Madres Carmelitas”.
Al referirse a las lecturas del día y en especial al Evangelio de San Juan, que narraba como el soldado traspasó con la lanza el costado de Cristo, D. Ginés explicó que: “el evangelista no habla en ningún momento del corazón, (…) porque no se para en lo anatómico, pero la tradición de la Iglesia ha visto en este gesto un significado profundo, el del corazón herido de Cristo, icono de su amor por nosotros”.
“Somos invitados, queridos hermanos, a entrar en el don de la mirada, (…) para nosotros, hermanos sacerdotes, es entrar en el corazón de nuestra vida y ministerio. Cristo en el misterio de su Corazón es la referencia siempre necesaria de nuestra vida. Ser como Él, vivir como Él, actuar como Él, y, sobre todo, ser y existir en Él" añadió.
El obispo prosiguió haciendo una llamada a toda la asamblea, y en especial a los sacerdotes, a depositar su confianza en Dios siguiendo el ejemplo de San Claudio de la Colombiére: “puesta nuestra confianza en el Señor seremos los pastores ilusionados e incansables que saldremos a los cruces de los caminos para anunciar la Buena Noticia del Evangelio y suscitar la conversión de los que no conocen todavía al Señor; los pastores de comunidades acogedoras, misioneras y samaritanas. La confianza en el Señor nos abrirá el corazón para acoger las llamadas de la Iglesia a caminar juntos, sinodalmente, para ser testigos creíbles en medio del mundo. En definitiva, la confianza en el Señor nos hará pastores según su corazón”.
En un mundo en el que se frivoliza sobre el corazón o parece haber perdido su verdadero significado el prelado animó a “proponer el misterio, la espiritualidad y la experiencia del corazón de Cristo. Es una buena noticia para nuestro mundo. Es un servicio que la Iglesia y los cristianos hacemos al hombre de hoy a su dignidad que es infinita, es una propuesta verdaderamente cultural (…) el Corazón del Señor nos lleva a la verdad sobre el corazón, el suyo y el nuestro, al corazón del mundo y de la historia. En él se curan las heridas del corazón humano, también las más profundas”.
Quiso también recurrir a las palabras de San Juan Pablo II, de gran actualidad hoy: “invito a todos los fieles a proseguir con piedad su devoción al culto del Sagrado Corazón de Jesús, adaptándola a nuestro tiempo (…) conviene transmitir a las futuras generaciones el deseo de encontrarse con el Señor, de fijar su mirada en Él, para responder a la llamada a la santidad y descubrir su misión específica en la Iglesia y en el mundo, realizando así su vocación bautismal”.
Por último, informó de que el papa Francisco publicará el próximo mes de septiembre, con motivo del 350° aniversario de la primera manifestación del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María Alacoque, “un documento que recoja las valiosas reflexiones de los textos magisteriales anteriores y de una larga historia que se remonta a las Sagradas Escrituras, para volver a proponer hoy, a toda la Iglesia, este culto lleno de belleza espiritual. Creo que nos hará muy bien meditar sobre diversos aspectos del amor del Señor que pueden iluminar el camino de la renovación eclesial; y que también digan algo significativo a un mundo que parece haber perdido el corazón”.
Después de su intervención prosiguió la celebración con la liturgia del día, bellamente solemnizada por la música magistralmente interpretada al órgano por el sacerdote Javier Ávila.
Antes de la bendición final el obispo hizo entrega a todos los homenajeados de una medalla conmemorativa de la fiesta del Sagrado Corazón. El padre de Santiago Durán recibió emocionado, entre aplausos, la medalla de su hijo fallecido.
A todos los sacerdotes también se les ofreció como regalo un ejemplar de la bula del Jubileo para distribuir en sus parroquias.
Se puede volver a ver la celebración en el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=4OnLEUgWNuc
Leer la homilía completa de D. Ginés: https://www.diocesisgetafe.es/index.php/obispo/cartas-del-obispo/10097-solemnidad-del-sagrado-corazon-de-jesus-2024
Lee