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04/07/2024. En el marco de la campaña ‘La Iglesia en 12 semanas’ que ha puesto en marcha la Conferencia Episcopal Española se muestra la labor que desempeña el Centro de Orientación Familiar de la Diócesis de Getafe en el cuidado y atención de adicciones.

Esta iniciativa busca mostrar la dedicación de cientos de miles de personas que contribuyen a la Iglesia, ya sea con su tiempo, oración o apoyo económico y en ella se abordan áreas como el cuidado de la vida, educación, inclusión laboral, salud mental, etc. 

Juan Carlos García, orientador del Centro de Orientación Familiar (COF) de Getafe, explica en formato video, cómo se ayuda a personas adictas, y a sus familiares, a salir de ese círculo que les tiene atrapados y al que muchas veces no se sabe ni cómo han llegado. 

“En este centro, explica, tratan principalmente tres adicciones: pornografía, redes sociales y juego on line”.

“Cada una a su manera, señala, rompe a la persona por dentro y le genera multitud de problemas tanto personales como en sus relaciones familiares o laborales”.

Desde su experiencia de trabajo en este Centro de la Diócesis de Getafe, Juan Carlos comienza hablando de las personas que se acercan hasta el COF y son adictas a la pornografía: “tienen un cambio de la percepción de la afectividad y la sexualidad, que afecta en sus relaciones de pareja y en sus relaciones interpersonales. Esta dependencia les genera una frustración y un sentimiento de tristeza que la única manera que tienen de aplacarlo es consumiendo más y más contenido pornográfico”.

En cuanto a las personas que son adictas a las redes sociales, este orientador familiar subraya que tienen un perfil en el que su preocupación fundamentalmente es la imagen que proyectan en los demás. Además, “viven engañadas en un mundo idílico que se les vende. Este hecho les genera también una frustración de fondo y problemas de autoestima”.

Finalmente, da a conocer la problemática de las personas que están enganchadas a los juegos on line. Empiezan como si fuera “eso, simplemente un juego”. Pero, poco a poco “se van enganchando y al final esto puede ir generando ludopatía, con problemas financieros, económicos, trastorno de sueño…”.

Todo este tipo de adicciones “desbaratan el hábito normal de una vida. Incluso pueden tener serios problemas laborales”.

Ante todo esto, el primer paso para poderles ayudar es que reconozca que tienen un serio problema.  “Cuando tratamos a estas personas, -explica Juan Carlos-, lo primero que hacemos es un trabajo con ellas para que puedan concienciarse de que tienen un problema grave. Una vez que la persona se conciencia del problema y de las limitaciones que tiene para su vida, entonces ya buscamos una serie de pautas destinadas a buscar alternativas para cuando les venga ese deseo del consumo de alguna de estas adicciones. Les damos recursos para no caer”.

Toda la información en: https://www.conferenciaepiscopal.es/interesa/la-iglesia-en-12-semanas-2024/adicciones/