06/03/2025. Se cumple un mes del Congreso de Vocaciones '¿Para quién soy?' organizado por la Conferencia Episcopal Española y en la que participaron más de 3.000 personas. En el número de febrero de la revista 'Padre de Todos', Gabriel Muñoz Hurtado, Vicerrector del Seminario diocesano Nuestra Señora de los Apóstoles, quiso responder a la pregunta '¿Cuál es mi vocación?':
Vivimos un tiempo en el que se hace urgente recordar que la vida y la vocación son sinónimos. Que hemos sido llamados a la vida por el Amor que hace existir aquello que ama. Y que por tanto, no vivimos para nada o porque si. Cada vida, toda vida es llamada cargada de sentido. Y así nos descubrimos invitados a responder (porque una llamada reclama una respuesta).
Llamados a la vida y a la fe en el encuentro con Jesucristo, la respuesta que se nos pide comienza, paradójicamente, con una pregunta: “Señor, ¿qué quieres de mi? ¿cuál es mi vocación? ¿para qué existo?” O como mejor nos enseña a formularla el Papa Francisco: “ y yo ¿para quién soy?” Porque la pregunta vocacional es la pregunta por el sentido de mi vida y este solo puede encontrarse en el amor. Conviene entonces caer en la cuenta de que el amor si es verdadero no puede ser abstracto, es tan concreto como la carne y la sangre, como el rostro de aquel a quien amo.
Vivimos un tiempo en el que se hace necesario que nos ayudemos a hacernos la pregunta y a concretar la respuesta y una vez concretada, que nos ayudemos a recordarla, a renovarla, a desear una de las característica propias de la vida-vocación: la fidelidad. Ayudarnos a vivir fieles a la concreta vocación personal a la que Dios nos ha llamado.
¿Y cuál es mi vocación? Mi vocación es ser sacerdote, ser, porque es identidad y no un trabajo, me configura en lo más profundo y auténtico de mí. Mi vocación es ser las palabras, las manos, los pies, los ojos, el corazón de Jesús Sacerdote que ama a los hombres y mujeres de hoy a través de los concreto y limitado de mi humanidad. Mi vocación es ser sacerdote, hombre que se pasa la vida haciendo lo que es literalmente imposible para él porque solo lo puede hacer Dios. Mi vocación es milagro y maravilla, es un regalo que acojo cada día agradecido y sorprendido. Y ¿la tuya? ¿Cuál es tu vocación?