- La comida tendrá lugar el domingo 17 de noviembre en el Colegio Divina Pastora de Getafe, al término de la misa en la Catedral
- La iniciativa responde a un deseo de comunión con el Santo Padre y es un acto fraterno que rompe las distancias y nos recuerda que todos somos una familia
Getafe, 15/11/2024.- Este domingo 17 de noviembre la Iglesia celebra la Jornada Mundial de los Pobres con el lema “La oración del pobre sube hasta Dios”. Este año el Papa Francisco incide en que “la opción preferencial por los pobres debe traducirse principalmente en una atención religiosa privilegiada y prioritaria”.
La diócesis celebrará este día con una misa en la Catedral de Getafe presidida por el obispo Mons. Ginés García Beltrán a las 12.30 horas, que se podrá seguir en directo en el canal YouTube de la diócesis (www.youtube.com/watch?v=6-veLV2DBW0DBW0?feature=share), y con un almuerzo posterior con más de 130 personas necesitadas en el Colegio Divina Pastora de las Calasancias de Getafe que concluirá con un concierto.
En la eucaristía y en la comida fraterna participará el vicario episcopal para la Pastoral Caritativa y Social de la diócesis, Aurelio Carrasquilla, así como numerosos presbíteros, miembros y voluntarios de Cáritas diocesana de Getafe.
Las personas vulnerables que compartirán el almuerzo pertenecen al Albergue San Vicente de Paúl, en Aranjuez, la Escuela Comarcal Arzobispo Morcillo, en Valdemoro, la Casa Basida para la acogida de enfermos de VIH y otras enfermedades, y personas privadas de libertad de los diferentes centros penitenciarios que se encuentran en territorio diocesano, entre otros.
El Papa Francisco considera esta jornada como una ocasión propicia “para llevar a cabo iniciativas que ayuden concretamente a los pobres, y también para reconocer y apoyar a tantos voluntarios que se dedican con pasión a los más necesitados”.
Además, en su Mensaje con motivo de la Jornada, recuerda a las personas que sufren la exclusión que Dios no se olvida de ellos. “El silencio de Dios no es distracción de nuestros sufrimientos; más bien, custodia una palabra que pide ser escuchada con confianza, abandonándonos a Él y a su voluntad”, subraya el Pontífice.
Para el vicario episcopal Aurelio Carrasquilla, desde que el Papa instituyera la Jornada “hemos realizado varias acciones. Por ejemplo, el año pasado fue una mesa redonda con testimonios de personas que habían encontrado en los proyectos de la Iglesia una puerta a la esperanza”.
“Este año queríamos hacer la misma acción que Francisco, como un deseo de estar en comunión con él, y retomando la oración del pobre, reconocernos todos pobres ante Dios, que todos necesitamos de ese Dios Padre, que le duele la situación de sus hijos más vulnerables, que acoge su oración, que le duele lo que viven”.
“Comer es un acto fraterno, rompe las distancias, no hay diferencias, todos seremos una sola familia, presidida por el padre de los pobres que es el obispo, que escuchará, que se dejará tocar el corazón, que elevará también su oración por estos hijos suyos ante Dios”, añade.
Carrasquilla cree que el almuerzo “nos recordará que somos familia”. “A unos, que tienen una dignidad que les eleva ante Dios, y a los voluntarios, que Dios se hizo uno con los pobres, se rebajó y se puso a su altura para que le vieran cara a cara, a su lado”.
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Álvaro de Juana
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