· Su fe, el don de sabiduría, de consejo y profecía, el poder de hacer milagros y el discernimiento de espíritus son, entre otras, las virtudes heroicas que le han valido el reconocimiento del Papa Francisco como “venerable Sierva de Dios”
· El primer sábado de Pascua se realiza la peregrinación que recorre el camino que hizo la futura santa en su huida de casa hacia el Monasterio
Getafe, 27 de marzo.- El Papa Francisco acaba de reconocer las virtudes heroicas de Sor Juana de la Cruz (Juana Vázquez Gutiérrez), conocida popularmente en la Diócesis de Getafe como la Santa Juana de Cubas de la Sagra. Este reconocimiento como Sierva de Dios supone un primer paso del proceso de canonización de esta religiosa española.
Después de un largo camino hacia la santidad, que empezó después de su muerte en 1534, el Pontífice ha autorizado el nombramiento de Sor Juana de la Cruz como “venerable Sierva de Dios”, tras lo cual sólo cabe esperar el siguiente paso: el reconocimiento de su culto y veneración. Las virtudes de Santa Juana empiezan a brillar desde su juventud, cuando a los 15 años, sola, a pie y vestida de hombre, Juana Vázquez manifiesta su decisión de consagrarse a Dios huyendo del matrimonio concertado. Entonces, ingresa en el Beaterío, que llegó a ser, gracias a su labor, un verdadero Monasterio, del que fue nombrada Madre abadesa, a los 28 años.
El Espíritu Santo la adornó con numerosos carismas para guiar y confortar a las hermanas encomendadas a su cuidado, y a los fieles que acuden a escucharla. Brilla en ella la sabiduría, el don de consejo, el poder de hacer milagros, el don de profecía y el discernimiento de espíritus. Lo mismo en los momentos gloriosos de su vida como en sus últimos años, la Madre Juana de la Cruz vivió profundamente las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad), las virtudes cardinales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza) y los consejos evangélicos (castidad, pobreza y obediencia), destacando especialmente en ella la prudencia, la mansedumbre o espíritu de dulzura, la compasión y la alegría en el servicio a sus hermanas y a la Iglesia de Dios. Su fama de santidad queda acreditada, entre otras cosas, por el hecho de que el monasterio donde está enterrada, en Cubas de la Sagra, es desde hace tiempo conocido como el de Santa María de la Cruz o Convento de Santa Juana.
Cada año, el primer sábado de Pascua, se realiza una peregrinación desde la Ermita de Numancia de la Sagra hasta el Monasterio de Santa María de la Cruz, de Cubas, que recorre el camino que hizo la joven Juana huyendo de un matrimonio concertado y hasta su destino como religiosa en este convento, abrazando su vocación como Sor Juana de la Cruz.
Este año, los devotos que se apunten a la peregrinación -que se realizará el próximo sábado 11 de abril- celebrarán el feliz acontecimiento de la aprobación de sus virtudes heroicas.
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Paloma Fernández / Gonzalo Castillero
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