La Diócesis de Getafe reabre con medidas de prudencia sus iglesias y retoma las celebraciones con fieles a partir de la fase uno de desescalada
•Principales medidas de prevención: un tercio del aforo en los templos, equipos de desinfección y distancia social
•Las iglesias abrirán siguiendo las fases de desescalada del gobierno y las recomendaciones de la Conferencia Episcopal
•Se recomienda a las personas de grupos de riesgo que se abstengan de participar en las celebraciones y que las sigan telemáticamente
Getafe, 5 de mayo de 2020.
La Diócesis de Getafe ha hecho públicas las pautas para la próxima reapertura de los templos con un documento en el que asume plenamente las normas de la Conferencia Episcopal Española para el tiempo del desconfinamiento “que serán de obligado cumplimiento” y añade unas disposiciones particulares para garantizar la seguridad de los fieles.
La apertura de los templos se ajustará a las fases de desescalada marcadas por el gobierno y se producirá el lunes 11 de mayo con un 30 % del aforo, para después ampliarlo a un 50% en la siguiente fase.
El documento pide también a los responsables de los lugares de culto que adopten estas medidas adaptándolas a las características particulares de cada lugar.
Al igual que la Conferencia Episcopal, la Diócesis recomienda que las personas que pertenecen a grupos de riesgo se abstengan de acudir a la celebración de la Eucaristía, para lo cual sigue en vigor la dispensa del precepto dominical y las fiestas de guardar.
Entre las consideraciones generales, la Diócesis de Getafe advierte a sus sacerdotes y fieles de que si presentan algún indicio de padecer Covid 19 no asistan a la celebración.
Regular el acceso al templo y controlar la distancia de seguridad entre los feligreses a través de un equipo de voluntarios o poner dispensadores de gel desinfectante a la entrada son algunas de las medidas que se impondrán para garantizar la seguridad.
También se recomienda mantener una distancia de tres metros entre los miembros del coro -si lo hay- aunque se prefiere un único salmista en las celebraciones.
Se avisa asimismo de que si los lectores no pueden evitar tocar el atril, el ambón o el leccionario deben lavarse las manos antes y después de las lecturas. Norma que será aplicada también a todos los ayudantes en la misa.
Además, después de cada celebración se procederá a la desinfección de asientos, pomos y lugares de contacto con productos adecuados que no dañen los bienes culturales presentes en la iglesia.
En cuanto a la celebración del sacramento de la Eucaristía, se pide a los sacerdotes desinfectarse las manos antes de distribuir la Comunión, que se puede hacer de dos maneras: trasladándose los fieles hasta el lugar donde se encuentra el ministro, respetando siempre la distancia de seguridad, o bien trasladándose el ministro de la Comunión hasta el fiel que permanece en el banco.
En todas las situaciones se debe evitar el contacto con el feligrés y en caso de que se produjera el sacerdote debe lavarse las manos inmediatamente antes de continuar distribuyendo la Comunión.
En cuanto a la posibilidad de visitar la iglesia para rezar y adorar el Santísimo, la Diócesis recomienda a los presbíteros que habiliten un espacio concreto en el templo y que dispongan de algún material desinfectante para que el fiel limpie la zona antes y después de rezar.
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Paloma Fernández
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