El pasado 29 de julio el Ayuntamiento de Valdemoro organizó un homenaje a las víctimas de la COVID-19, así como al personal de los servicios esenciales que trabajó en los peores momentos de la pandemia por hacer más llevadero el confinamiento a los vecinos de la localidad.
De este modo, el consistorio quiso reconocer la gran labor de los servicios sanitarios, de emergencias, seguridad ciudadana, limpieza viaria y servicios sociales, así como la del personal de los sectores de alimentación, hostelería, farmacéutico, distribución, empresarios, particulares y organizaciones sociales. Una de ellas ha sido Cáritas Parroquial de Valdemoro, perteneciente a Cáritas Diocesana de Getafe, que ha atendido a las familias más vulnerables durante y después del confinamiento.
Por ello, la corporación municipal del Ayuntamiento de Valdemoro quiso reconocer el trabajo de todos ellos, y acordó distinguir entre otras organizaciones en el ámbito de los servicios sociales a Cáritas, que estuvo representada por Belén Lavado, responsable de Cáritas en la Parroquia de San Vicente de Paul, que recogió la distinción; y por el arcipreste de la zona y párroco de la iglesia Nuestra Señora del Pilar de Valdemoro, Jorge Revuelta.
Además, el consistorio reconoció la gran labor de las parroquias de Valdemoro durante la crisis del COVID-19, representadas por el párroco de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Valdemoro Jesús Torrecuadrada. Por su trabajo asistencial durante el confinamiento, tanto en el Hospital Infanta Elena, como por su difusión de la liturgia a través de streaming. Una merecida distinción, ya que todos los párrocos de la villa se contagiaron al atender a los afectados antes de que se decretara el estado de alarma.
De igual modo, el Ayuntamiento de Valdemoro quiso otorgar la mayor distinción municipal a los dos centros de salud y al hospital del municipio, con la medalla de oro por su lucha contra el Covid-19.
El evento que estuvo presidido por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y por el alcalde de la localidad, Sergio Parra, contó con un aforo de 440 sillas para garantizar la distancia de seguridad.
Un homenaje muy cuidado en lo visual, en el que la plaza de la Constitución de Valdemoro estuvo iluminada con 2.600 velas, que enmarcaban un escenario en el que se rindió homenaje en una primera parte a los agentes sociales a través de las distinciones; y en una segunda parte, a las víctimas del coronavirus por medio de la música y de la poesía.
Valdemoro fue uno de los primeros municipios en dar la voz de alarma por el virus, al registrar un fuerte brote de coronavirus en la Comunidad de Madrid. Lo hizo el pasado 5 de marzo en el Centro Municipal de Mayores, donde se registraron 16 positivos entre usuarios y trabajadores del mismo.
Las Cáritas de Valdemoro han visto duplicada la demanda de ayuda por la crisis del COVID-19
El municipio de Valdemoro que fue uno de los primeros afectados por la crisis sanitaria del coronavirus en la Comunidad de Madrid, también se ha visto golpeado por la crisis social y económica como consecuencia de la pandemia del COVID-19.
La Cáritas de Valdemoro ubicada en la Ermita del Cristo de la Salud, que atiende a las parroquias de Nuestra Señora de la Asunción y de Santiago Apóstol, ha duplicado su acogida, al igual que ha pasado en la parroquia de Nuestra Señora del Pilar. La parroquia de San Vicente de Paul es la que más ha notado el aumento de petición de ayuda, al dar cobertura a la Cáritas de la Asunción, llegando a cuadriplicar el número de personas atendidas.
Lo más significativo ha sido el aumento de familias que habían dejado de ser atendidas por Cáritas tras la crisis del 2008, y ahora han visto necesario volver a ser solicitantes de ayuda.
El perfil de las personas que está atendiendo Cáritas de Valdemoro, es el de familias con rentas bajas, perceptoras de La Renta Mínima de Inserción o RMI, mayoritariamente personas migrantes con o sin empadronamiento y solicitantes de asilo. La mayoría de ellas se encuentran en una situación de empleo precario, sin cobro de prestaciones y con dificultades de acceso a los recursos públicos.
Nueva Escuela de Verano para reducir la brecha educativa
La Parroquia de San Vicente de Paul, puso en marcha a finales del mes de junio una escuela de verano para niños de entre 6 y 12 años, con el objetivo de reducir la brecha digital como consecuencia del COVID-19.
Muchas familias de la localidad carecían de medios digitales y de conexión a internet para que sus hijos pudieran seguir las clases de manera digital. Lo que ha provocado que no pudieran tener contacto directo con sus profesores, ni seguir las clases como el resto de sus compañeros.
Por ello, la parroquia ha puesto en marcha esta iniciativa que pondrá especial atención en los alumnos con menos recursos, ofreciéndoles clases de refuerzo de matemáticas, lengua e inglés, para evitar su fracaso escolar en el curso 2020-2021. Impartirá las clases durante todo el mes de julio y correrán a cargo de un grupo de voluntarios que dividirán a los niños y niñas en grupos por edades, desde primero a sexto curso de Primaria.
Esta escuela de verano fue inaugurada por el obispo de Getafe, Don Ginés García Beltrán, y contó con la presencia del director de Cáritas Española Manuel Bretón, del director de Cáritas Diocesana de Getafe, Enrique Carrero y de todos los grupos políticos de la corporación municipal de Valdemoro.